Qué hacer en Hacienda Tres Ríos

Hotel Hacienda Tres Ríos.

Les conté en el post Hacienda Tres Ríos, muy amigable sobre los servicios y detalles de este hermoso y enorme hotel en la Riviera Maya, pero ahora les platicaré sobre algunas de las actividades que es posible realizar ahí.

Hotel familiar todo incluido en Riviera Maya

No es necesario ir muy lejos para tener aventura y entretenimiento si te hospedas en Hacienda Tres Ríos Resort Spa & Nature Park, de hecho no es ni siquiera necesario salir de los territorios del hotel, pues su amplia propuesta de actividades te podría mantener ocupado varios días.

Paseo en Segway. Recordemos que Hacienda Tres Ríos antes de ser hotel era un parque y por lo tanto cuenta con caminos llenos de vegetación y belleza natural que se pueden apreciar muy bien gracias a estas maravillas llamadas segway. Es muy fácil manejarlos y resultan ser ideales para visitar más y aprovechar así el tiempo. El paseo puede ser por diversas rutas, pero nosotras fuimos a los cenotes y el vivero principalmente.

Aventura de los sentidos.

Paseo en Kayak. Un río que parte del cenote y llega al mar y varios cenotes rodean este hotel, así que una de las actividades más populares entre los huéspedes es precisamente sumergirse en las frescas aguas de los cenotes, hacer snorker o dar un paseo en kayak. Nosotras elegimos esta última opción y así fuimos por una ruta deliciosa de agua transparente y con el cielo azul vigilando nuestro avanzar. En lo alto de las ramas pudimos ver algunas aves y hasta un águila, mientras que bajo el kayak estaba el ir y venir de los peces.

Aventura de los sentidos. Comienza vendando los ojos de todos los participantes y tomados de las manos llegamos hasta una especie de cueva creada exprofeso para esta actividad. Fuimos sintiendo y despertando cada uno de los sentidos por diferentes causas: agua, granos, aromas, calor, frío, viento, luz… todo en su momento llegó para hacernos reaccionar y descubrir quizá algunas sensaciones que hemos dejado olvidadas o simplemente guardadas. Descalza y a ciegas, encontré qué tanto confío, qué tanto estoy predispuesta a que habrá peligro, incluso a sabiendas de que todo esto se hace con la máxima seguridad para los involucrados. Pero es que la vida nos llena de sobresaltos y no ver nos hace frágiles, susceptibles… 

Tuvieron que pasar algunos minutos antes de que por fin me dejara llevar y encontré que usar sentido por sentido, a su vez y a su modo, es totalmente desestresante y alentador, un sonido me puede hacer sonreír, el viendo me provoca un suspiro y escuchar el llanto de un bebé me impulsaba a querer consolarlo, ese instinto de madre!!! Pero también me llevó hasta esos momentos en que nació mi hija y la escuché por primera vez, volví a ver su carita y… bueno, qué más les puedo decir…

El final de esta aventura te quita el aliento; por supuesto que no se las voy a contar y sólo les digo que llenarán sus ojos de belleza.