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Garza Blanca Preserve Resort & Spa.

Tengo una pequeña que hasta el momento, y tal vez influenciada por los viajes, asegura que sus pasos se encaminan hacia ser chef. Primero decía que cocinaría de todo menos pulpo, luego cambió de opinión y optó por ser chef repostera, y así… aún está en esa búsqueda. Pero el punto es, que de alguna forma en Garza Blanca Preserve Resort & Spa se enteraron y la sorprendieron con una lección de cocina durante nuestra estancia. 


Clase de cocina en Garza Blanca


A nuestro arribo al hotel (que está en Puerto Vallarta, Jalisco, México)nos mencionaron que tenían dispuesta una lección de cocina para ella y que eligiéramos un horario para realizarla, en seguida le brillaron los ojitos y optamos porque fuera al siguiente día antes de la comida. 

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El momento llegó con una enorme maravilla, filipina personalizada para mi nena, la que recibió de manos del chef ejecutivo de Blanca Blue Restaurant & Lounge, el Chef Leopoldo Cortés, quien ha recibido varios premios entre los que se encuentran el primer lugar en la final Nacional en el Toque d´Or en la Ciudad de México en 2000 y el primer lugar en el concurso nacional La Parade Des Chefs en la Ciudad de México en 1998

Entonces, desde el momento en que la chamaca se puso la filipina ya se sentía chef así que había que tratarla de otra forma, se olvidó de sus padres y se dirigió a la cocina, donde Diana fue su amable mentora por esa tarde en que prepararon un rico pastel de almendras y fresa; y helado de vainilla. 

Sin duda fue una gran experiencia que llevará por siempre en su mente y hoy guarda la filipina como un preciado tesoro que saca sólo para cumplir con el ritual de cocinar. Con actitudes como esta, Garza Blanca se gana mi admiración porque va más allá de los detalles y logra sorprender.