restaurante_Montreal
Restaurant l'Arrivage.

Bonita ciudad, con su toque muy juvenil, ideal para el shopping y las experiencias culturales y artísticas, pero cuando se trata de consentir el paladar también tienen con qué lucirse y muestra de ello fue el gran agasajo que me di con los platillos de todos los restaurantes en Montreal que pude visitar.


DĂ³nde comer en Montreal


Para comenzar, ya les contĂ© sobre lo singular que me pareciĂ³ el desayuno continental en el Hotel Sofitel, que se componĂ­a de un precioso y sencillo plato servido con gran gusto, que tenĂ­a yofurt, carnes frĂ­as, huevo duro, quesos y fruta; ademĂ¡s del delicioso pan salado y dulce, y buen cafĂ©. Una gran forma de iniciar el dĂ­a. 

Pero cuando se trata del almuerzo, quĂ© mejor que ir a un lugar que es buscado por muchos, y asĂ­ llegue hasta los famosos y muy vastos sĂ¡ndwiches de Schwartz's. Me cuentan que hay temporadas cuando para entrar ahĂ­, es necesario esperar mucho tiempo, pues la fila se hace laaaarga; eso me deja claro que tiene su buena fama. El pan no tiene mayor gracia, pero la carne es TODO lo especial: ahumada con finas hierbas y con una preparaciĂ³n secreta ha hecho que famosos y celebridades visiten el lugar que abriĂ³ en 1928. Es uno de esos lugares que son visita obligada en un destino. 

Dos fueron mis favoritos en Montreal, el restaurante Les 400 Coups y el que se encuentra en el Museo Pointe-Ă -Callière, que lleva por nombre Restaurant l'Arrivage. Ambos presentan sus platillos sencillos con ingredientes locales, pero servidos elegantemente, asĂ­ que de verdad lograron dejarme un muy agradable sabor de boca. Confieso que en Les 400 Coups probĂ© de varios platillos, como pescado en una salsa de lima, la Mozzarella di Buffala y SuprĂªme de pintade rĂ´ti, pero sĂ³lo unos bocadillos. Todo riquĂ­simo!!! Esto se debiĂ³ a que me advirtieron de lo maravilloso de su Pastry Chef Patrice Demers, y como lo mĂ­o, lo mĂ­o, lo mĂ­o… son los postres, pues preferĂ­a guardar espacio para comer varios. La Crème lime, deliciosa; la Pot-de-crème au chocolat, fabulosa; pero lo que estuvo de verdad espectacular, fue GranitĂ© au litchi, que era una granita con yogourt, chocolate blanco, campari y flores… divino!!!

Poutine
La tĂ­pica Poutine.

Mientras que el almuerzo en Restaurant l'Arrivage tambiĂ©n es digno de recordar, con la bella vista del RĂ­o San Lorenzo y a sabiendas de estar rodeado por la cultura que envuelve un museo, pues la experiencia se vuelve mĂ¡s agradable. QuiĂ©n lo iba a decir, que precisamente en el interior de Museo Pointe-Ă -Callière se comiera tan bien. Ese dĂ­a optĂ© por el salmĂ³n con un mousse de queso, ademĂ¡s de un plato vegetariano con pasta, servido en una pequeña sartĂ©n y acompañado por una crema de champiñones. El postre serĂ­a difĂ­cil de explicar, pero tambiĂ©n estuvo muy sabroso, era un diminuto pastelito con una salsa de alguna fruta rara, de la cual no encontrĂ© traducciĂ³n. 

En fin, mi experiencia gastronĂ³mica en Montreal se complemento con productos hechos a base de maple: dulces, galletas, miel y mĂ¡s; ademĂ¡s de que debĂ­a comer la famosa Poutine, que son papĂ¡s fritas servidas con una salsa y queso encima… hartas calorĂ­as para resistir el frĂ­o. Rico, pero too much para mi, pues no pude terminar ni la mitad del plato. 

Montreal
Schwartz's