Aprecio enormemente que los lectores de este blog se animen a contar alguna experiencia de viaje que los a marcado, y este es el caso de @LuisGcortez que hoy nos comparte lo vivido en su visita al Skywalk durante su viaje a Las Vegas. 

Mi viaje a Las Vegas tenía como propósito principal ir al Skywalk, situado en el Grand Canyon West. Para llegar existen varias opciones, desde hacer la visita en helicóptero o en camión, claro que están sujetas a los itinerarios que dichas empresas establezcan, así que opte por rentar un automóvil en Avis y así comencé mi aventura. 

No es difícil llegar, ya con la información en la mano tome la Tropicana Av hasta llegar a la carretera 93 ya luego me dirigí siempre hacia el sur, hasta llegar a un cruce que lleva a un poblado que se llama Dolan Springs. 

Habiendo tomado esa carretera después de aproximadamente 20 minutos, me topé con la desviación que refería al Skywalk, tramo en perfecto estado, hasta llegar a una terracería de aproximadamente 10 millas, aun yendo despacio en el auto el mismo se patinaba y por lo tanto e este pedazo me canso mucho, ya que había tierra por todos lados, se habrán de imaginar. No sé cuánto tiempo me llevó cruzar esa terracería hasta llegar de nueva cuenta a la continuación de la carreta en perfecto estado, ya no fue mucho; de pronto a mitad de la carretera, una pluma impedía el transito y ahí estaba un hombre que daba la bienvenida. Por cierto, ya en este punto se está desconectado del mundo, sin señal de ningún tipo ya sea celular o de radio teléfono. 

Ahí es un aeropuerto donde aterrizan aviones pequeños y helicópteros que llevan a sobrevolar el Gran Cañón, ahí los que llevan automóvil tienen que dejarlo en el estacionamiento (que no cobran) pero que después se desquitan, resulta que ahí se compra el boleto para entrar el Skywalk y también se tiene que comprar el boleto de camión que nos llevaría al mirador. Entonces se puede escoger que te lleven también a visitar otro lugar a elegir, entre los que está el llamado Guano Point, que a decir el uno de los nativos (hualapai) que por ahí trabajan, era de los mejores sitios con vista hacia el Gran Cañón, y así fue, impresionantes vistas que ahí se disfrutan. 

Es necesario tomar en cuenta que ahí es una hora de diferencia con Las vegas, es decir, salí de Las Vegas a las nueve am y llegue hora de Las Vegas a las 11:30, sin embargo, ahí ya eran las 12:30, tiempo de la montaña. 

Para ingresar al Skywalk no se pueden llevar con celular, iPods, cámaras, ni mochila; ahí prestan un locker donde se dejan las pertenencias, después de esto se pasa por un arco detector de metales. Si se quieren fotos, solo pueden ser las que ellos mismos tomen a pedimento de las personas interesadas, lo malo, es que cada fotografía cuesta 40 dólares, lo bueno, es que se puedes comprar una memoria usb con 22 fotografías ya previamente guardadas por ellos e incluyen las fotografías que tomen a solicitud a los fotógrafos que ahí andan, además de incluir la impresión de 4 fotografías escogidas por el interesado con porta retrato, la verdad muy bonito, todo por 107 dólares, para mí esto si convino a mis intereses. 

La verdad sea dicha, el Skywalk es muy pequeño, no se tarda más de tres minutos cruzarlo, sin embargo se permite pararse a observar el paisaje, regresarse, las veces que se quiera y caminar sobre el piso de cristal que permite ver el fondo del cañón, unas vistas en verdad alucinantes. 

Ya después de ahí se toma el camión que lleva el destino que se prefiera, que en este caso por preguntón, escogí el de Guano Point, ¡que vistas tan impresionantes!, que dan cuenta que la naturaleza nos está permitiendo generosamente ocupar sus espacios. Ahí hay donde comer, otros 16 dólares por la comida, puré de papa, carne de res o pollo a elección, un café y una botella de agua. A comer en lo alto de una montaña del cañón, en unas mesas ahí dispuestas para tal fin, las mesas están al aire libre.