Business Class, Lufthansa, clase ejecutiva

Cómo podría resumir lo que fue vivir un vuelo trasatlántico en Business Class de Lufthansa? En pocas palabras: comodidad, excelencia en servicio, delicioso… 

El servicio en general en Lufthansa es muy bueno y eso lo comenté en el post A Praga con Lufthansa al narrar mi viaje en clase económica de la Ciudad de México a Praga. Pero el regreso lo hice volando en Clase Ejecutivo y entonces sí fue toda una delicia la travesía. 

Dado que el aeropuerto de Praga es pequeño, preferí sacar allá mi pase de abordar en las maquinas de auto registro (también para probarlas); todo facilísimo, pues tiene opción de elegir idioma (no incluye allá el español) y en unos segundo me arrojó mis documentos para volar Praga- Frankfurt y Frankfurt-Ciudad de México. Con pases de abordar en mano documenté mi equipaje y listo, a disfrutar del salón VIP que tienen en el Aeropuerto de Praga, el que es compartido con otras aerolíneas. Bebidas, bocadillos, lectura, TV, wifi… todo para hacer más ligera la espera. 

El vuelo Praga- Frankfurt es muy corto, pero eso no impide que se luzcan con el servicio; antes de despegar nos ofrecieron revistas y periódicos en inglés y checo. Y una vez en vuelo, un bocadillo de carnes frías, pan y algunos aderesos, bebidas y chocolates en una bolsita muy mona. 

Al llegar a Frankfurt, luego de hacer algunas compritas, me dediqué un rato vivir el Salón Ejecutivo, que tiene una gran variedad de servicios adorables. Ahí aproveché para ponerme en contacto con mi familia y descansar. La espera no fue muy larga y pronto ya estaba subiendo al avión por la entrada especial que tienen para los viajeros de esta categoría. 

Llegué hasta mi lugar… asientos comodísimos que se adaptan a diversas posiciones, hasta horizontal para dormir plácidamente, incluso tienen la opción de “masaje” en la espaldita… I loved it!!!, revistas, pantalla individual, control remoto para el asiento y entretenimiento, manta grande, audífonos, almohada… en fin, qué más se puede pedir?! 

Pronto nos ofrecieron champagne y poco después nos dieron el menú de alimentos, con una gran variedad para elegir, hasta con opciones para vegetarianos. Sopa, ensalada, plato fuerte, postre, vino blanco o tinto… todo lo que se ofrezca para hacer que el viaje fuera una maravilla. 

Les recuerdo que en cuánto a servicios extras, el vuelo lleva wifi, el que confieso usé muy poco de regreso porque… la versión oficial es que leí, vi dos pelis, escuché música, dormí… pero la versión extraoficial es que me eché 3 copitas de vino blanco mientras veía una peli y me perdí en la comodidad del asiento amplio y cómodo. Con decirles que no supe en qué momento se reclino completamente mi asiento hasta quedar completamente acostada…. Lo que sí recuerdo es que desperté con una sed!!!! 

Así las cosas, cuando faltaba poco para llegar a la Ciudad de México ofrecieron la siguiente comida. Claro que entre comidas, ofrecen bocadillos y bebidas. Los asistentes de vuelo siempre están alertas y dispuestos a cualquier necesidad de los pasajeros. 

Tips:
* Lufthansa vuela todos los días de la Ciudad de México a Frankfurt, y desde ahí tienen vuelos que te pueden conectar con una gran cantidad de destinos.
* Frankfurt (Alemania) es el punto de Europa por el que me ha parecido mucho más rápido y simplificado el paso por migración.