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En el Museo de Orsay en Paris, Francia.

Los niños y niñas de nuestros tiempos viven en un mundo lleno de pantallas y creo que es ahí donde inicia su curiosidad por captar imágenes. Tomar una foto con un aparatejo y luego poderla ver en una pantalla es cosa rara que gusta a cualquier chiquitín, y si después de eso es posible tenerla en un papel y ponerla en un porta-retratos, pues qué mejor. Algunos adultos viajeros vamos por ahí captando imágenes y cuando el pequeño pide la cámara, se la negamos porque es un artículo caro que tememos pueda dañar, pero entonces estamos coartando su natural forma de explorar, por lo tanto creo que lo mejor es proporcionarle una cámara fotográfica propia. 

Sobre este tema, opino que lo peor que podemos hacer como padres es regalarle una cámara de juguete que “no toma fotos”, que servirá sólo para “hacer que las toman y no habrá foto”, por supuesto que el pequeño mayor a los 3 años de edad no la querrá. Esas están bien para los bebés, pero no para un niño que ha descubierta la magia de una cámara real, entones no habrá cosa que la sustituya. 

Otro punto importante es que muchos padres optan por comprar la cámara más barata, pues después de todo es un niño que no la sabrá cuidar, pero entonces las fotos no saldrán tan bonitas, estarán desenfocadas y no tendrá opciones. En mi opinión, mejor invertir un poco más, enseñarlo e insistir en que la cuide, comprar una que sea resistente y dejarte sorprender, porque seguro tomará muchas fotos excelentes. 

¿Es una cámara para niños la mejor opción? Marcas de juguetes han sacado sus cámaras, que en mi opinión no son la mejor opción, pues cuando comparas precio con relación a las funciones del aparato, la realidad es que cuestan mucho más y ofrecen poco. Claro, tienen mucha resistencia a los golpes y diseños llamativos. 

Mi hija es viajera y va en su tercera cámara. Cuando elegimos la primera para ella, tenía 4 años y medio, tuvo otra a los 8 y recientemente le regalamos una más ahora que ha cumplido los 12 años, pero a esta edad es toda una experta y no es necesario tomar en cuenta características que sí tuvieron las dos primeras, ahora nos hemos basado más en que tenga mejores funciones y que sea de su gusto. 

Te cuento cómo elegimos la primera cámara (la segunda, fue una que era mía y se la regalé): 

Precio: Creo que no debes gastar más de 110 dólares.

Tamaño: Chécalo de acuerdo a sus manitas. 

Cuidado: Enséñale a que siempre tenga la correa de la cámara en la muñeca, que la guarde cuando no la vaya a usar, en un estuche especial, por supuesto. Explícale que si la daña no tendrá con qué tomar fotos. Claro, también elige que sea aguantadora.

Color: Permítele que lo escoja y sea de un color vivo, de preferencia. 

Carácterísticas: Pantalla para ver las fotos grande (LCD), te sugiero que sea de 3.0, así podrá ver mejor sus imágenes captadas; que tenga zoom de por lo menos 3x; flash, ISO de 800 mínimo, así sus fotos no saldrán tan movidas; que capte fotos de por lo menos 5 megapixeles, para que al imprimirlas en una medida estándar tengan buena calidad; que también tome video; y por último, compra una memoria bien grande de por lo menos 4 GB. 

Una anécdota: Cuando mi hija fue al Museo de Louvre tenía 9 años de edad, se la pasó tomando fotos y por la noche cuando las descargamos en la compu, nos dimos cuenta que sacó más de 400 imágenes tan sólo del museo. Entre sueños nos escucho hablando con sorpresa y sólo atinó a decir: "es que todo estaba tan bonito!!"

Tips: No le digas de qué tomar fotos y deja que capture lo que quiera. No minimices lo que decide captar. Déjale libre y verás qué gratas alegrías obtienes de ello cuando ha pasado el tiempo.