Museo de Vancouver
Museo de Vancouver.

Vancouver es el corazón de la Columbia Británica y recorrer su centro es un agasajo. Una ciudad adorable, verde y sana, desbordante de bondades por el lado que la veas. Tiene de todo y entre todo lo que tiene, están los adorables recintos para aprender más de los inicios e historia de la región: Museo de Vancouver y Museo de Antropología.


Museos que debes visitar en Vancouver


Museo de Vancouver. Está muy cerca del centro, en Granville Island, y es fácil llegar hasta ahí caminando, además de que está en un sitio muy agradable y seguramente podrás aprovechar para dar un paseo por Vanier Park antes o después de visitar el museo. Al llegar, pon atención en la fuente de la entrada que tiene un enorme cangrejo metálico; y en el techo del edificio, que toma su forma imitando la que tenían los sombreros de los nativos de la región.

El museo tiene una sala de exposición temporal y otra que es permanente y te cuenta la historia de Vancouver, que está de más recordar que se trata de una ciudad muy joven; por lo tanto, no encontraras piezas demasiado antiguas, pero sí un montón de objetos interesantes con una museografía interesante, colorida y divertida. 


Recorre el museo y trasládate a tiempos pasados, porque hacen tan buenas recreaciones que sientes estar en aquél momento en el lugar propuesto. Toma también un respiro y admira desde su sala de relax y a través del ventanal, Vanier Park y lo que se alcanza a ver de English Bay.

Museo de Antropología. Está un poco lejos del centro y hay que ir hasta allá en autobús. El asunto es dirigirse a la University of British Columbia y en sus edificios está este museo que me fascinó, porque tiene un gran acervo de objetos de arte Inuit, además de tótems, objetos de cerámica, madera, metal… en fin. Se trata de adentrarse en la historia del territorio y se logra.

Museo de Antropología
Museo de Antropología.


El edificio es una obra del arquitecto Arthur Erickson, así que bien vale la pena ponerle atención, sobre todo a su Great Hall, que fue mi área preferida, con techo alto, piezas únicas, vacíos bien pensados, ventanales y luz natural. 

Desde el Grant Hall podrás ver el área de esculturas en el exterior, no te pierdas la visita a esta zona, que para ir hasta allá hay que salir por la puerta principal del museo y rodear todo el edificio. Caminas por algo de jardín y llegas hasta este lugar que consta de un par de casas haida y varios tótems. Cedro convertido en figuras animales que parecen mirarte todo el tiempo… en fin, me gustó ese lugar.

Tip: Recuerda visitar los museos por la mañana, pues en Canadá suelen cerrar alrededor de las 5 de la tarde.