Charlevoix
Charlevoix, en la provincia de Quebec.


Cómo les conté en el post “Dónde está y cómo llegar a Charlevoix”, se trata de una región que se encuentra en la Provincia de Quebec. Es un lugar encantador donde se puede disfrutar de la buena comida, la sidra de hielo, paseos, vistas únicas y encantadoras, hospedajes singulares y recorridos por pequeñas poblaciones que parecen sacadas de un cuento infantil. 

Qué hacer y visitar en Charlevoix


Comenzaré contándoles que en Charlevoix cayó un meteorito, lo que le dio propiedades muy especiales a esa tierra. Entonces, el buen cultivo de frutos y vegetales, es una de las características de la zona. Además, también muchos se dedican a la producción de productos cosméticos, quesos, vinos, carnes y mucho más.

Parc national des Grands-Jardins. Es un inmenso parque donde se puede practicar el senderismo, kayak, ciclismo de montaña y más. La subida es muy agradable, y las vistas desde lo alto son adorables. Los visitantes acostumbran hacer pic nic en el punto más alto, donde el aire es puro, el cielo se ve increíble y ni qué decir del panorama.

Avistamiento de ballenas y belugas. Hay que dirigirse hasta Baie-Sainte-Catherine, pues de ahí parten los botes y barcos de Croisières AML para ir a ver ballenas y belugas. Esta bahía se encuentra entre los ríos Saguenay y San Lorenzo. Hay dos tipos de recorridos para ver ballenas y belugas. Uno es en bote inflable, el llamado “zodiac”. Permite ir más rápido y tener una mayor cercanía. Es para aquellos que son aventureros y recomendado cuando van niños mayores (unos 10 años en adelante) y adultos. El otro servicio es en un cómodo barco muy grandes, con cafetería, baño, zona cubierta y comodidad. Es excelente para familias, adultos mayores y niños pequeños. En ambos casos, hay guías que orientan y dan información todo el tiempo, las especies y la región. 


Observatoire de l’Astroblème de Charlevoix. Cómo les conté, en Charlevoix cayó un meteorito y para entender mejor ese fenómeno, se puede visitar su observatorio. Este centro cuenta con información muy clara y entretenida, que seguro cualquier niño amará conocer (y también los adultos). Además de la información en pantallas, ahí hay una enorme maqueta que muestra de forma interactiva y muy didáctica muchos detalles sobre el impacto del meteorito. 

La route de saveurs. Es una gran fiesta de sabores, aromas y colores como regalo de la naturaleza, plasmados en los vegetales y frutos que se cultivan de forma orgánica en Charlevoix, además de otros productos deliciosos. La ruta completa va de Petite-Rivière-Saint-François a La Malbaie. Ideal para los amantes de la buena mesa. 

Charlevoix Aviation. Una de las experiencias más impresionantes que me ha regalado la Provincia de Quebec y Canadá en general, porque ver Charlevoix con toda su grandeza y desde las alturas, quita el aliento y emociona. Lo paseos duran 20 minutos y se puede apreciar toda la región, las bahías, poblaciones y el paisaje es único. 

Casinos. En Charlevoix hay varios casinos y son muy populares. Algo interesante de esos lugares, es que no son particulares, sino que perteneces al gobierno de Quebec, por lo tanto todo lo que ahí se recauda es usado para obras y asistencia social. 

Saint-Joseph-de-la-Rive. Además de visitar la iglesia de Saint-Joseph-de-la-Rive, debes hacer una parada en este pueblo para conocer Papeterie Saint-Gilles, donde se fabrica papel de algodón con incrustaciones de hojas de flores, de forma artesanal. Este lugar es único y es el primer ECONOMUSEUM de Canadá.

La Malbaie. Es una de las ciudades principales de Charlevoix y es ahí precisamente donde hace su última parada el Train de Charlevoix. Esta población puede ser tu punto central o base del recorrido por la región. También puedes ir a los fiordos desde ahí (Mont Grand-Fonds), lo que yo no tuve la oportunidad de visitar, pero seguro debe ser interesante. 

Saint-Urbain. Es una pintoresca localidad donde atraviesa el bello río Gouffre. Ahí se consiguen productos agrícolas como carne de cerdo orgánica, emú y pato. Desde ahí se va al Parque Nacional Grands-Jardins.

Baie-Saint-Paul. Es un pequeño pueblo que recorres fácilmente a pie. Sus calles, galerías, boutiques y buenos establecimientos para comer te van a encantar. La estación del tren ahí es muy interesante, antigua con mucha modernidad. Es difícil explicarlo. También tiene algunos templos y edificios que podrás admirar.


Dónde hospedarse en Charlevoix


Pourvoirie du Lac Moreau - Auberge du Ravage. Uno de los lugares más bonitos en los que me he hospedado. Es una inmensa cabaña muy acogedora y frente a un lago hermoso. Rodeado por bosques, se antoja para una estancia tranquila y de actividad en la naturaleza. La comida es excelente también.

Fairmont Le Manoir Richelieu. Fabuloso hotel, como todos los Fairmont. Elegancia, comodidad, bellas habitaciones y con vistas de ensueño. Su restaurante Table & Terroir es parte de La route de saveurs, y además cuenta con un casino. 


Qué comprar en Charlevoix


Iris art Gallery. Con obras de más de 60 artistas, entre locales y canadienses principalmente, esta galería es el lugar qué debes visitar si te interesa adquirir piezas de arte. Está en Baie-Saint-Paul.

La Ferme. Produce foie gras con un método tradicional vasco.

Centre de l’Émeu. Productos alimenticios y cosmética, como cremas, jabones y aceites de emú.