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Hermosos flamencos en Celestún.

Hay tantas maravillas en nuestro país! Y una de las qué más me ha impresionado fue visitar a los flamencos (flamingos) en su habitad natural en Celestún, Yucatán.

Celestún está a unos 95 kilómetros de Mérida y ese trayecto se recorre en aproximadamente hora y media, debido a que en gran parte la carretera es angosta, aunque está en muy buenas condiciones. Además se hace necesario hacer una que otra parada para caminar un poco por los pequeños pueblos que se va uno encontrando en el camino.

Desde Mérida, capital de Yucatán, fuimos una mañana hasta Celestún para ver uno de los espectáculos naturales más hermosos de mi vida: flamencos en su ambiente natural, miles de ellos con su lento andar, algunos volando y otros simplemente posados en una pata y tomando el sol.

Salimos del Hotel Hacienda Xcanatún en Mérida, como a las 9 de la mañana y cerca de las 11 am estábamos llegando a Celestún. Fuimos directo al Hotel Xixim, donde pasamos dos tranquilas noches. 

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La ruta en Ría Celestún.
El Hotel Xixim se encuentra alejado del centro de Celestún (a unos 9 km) y es ideal para aquellos que buscan desconectarse por completo pues no hay señal de telefonía celular y tampoco se cuenta con TV en las habitaciones, aunque se puede tener acceso al wifi en algunas áreas comunes del hotel y hay televisión en el bar.

La playa en toda esa zona es de lo más natural que se puedan imaginar y permite largos y tranquilos paseos a su orilla. La vegetación es extraordinaria y se mantiene prácticamente sin la invasión del hombre, lo que le da un aspecto algo salvaje y adorable, lleno de aves y otros animales.

La atención en Xixim es muy amable y las villas son lindas, aunque considero que les hace falta algo de mantenimiento y lo mismo ocurre en muchas áreas públicas del hotel. 

Al día siguiente nos dirigimos temprano hasta La Ría, que es desde donde salen las embarcaciones en los recorridos para visitar a los flamencos.

No hay pierde, porque ese punto está justo a la entrada a Celestún, muy bien indicado y es donde están todas las lanchas esperando por los turistas. Estacionamos el auto que rentamos con Avis para hacer todo nuestro road trip por Yucatán y fuimos directo a la taquilla, donde me explicaron que cada lancha tiene un costo de 1,200 pesos y tiene capacidad para 6 personas. 

El paseo consta de la visita a los flamencos y a un cenote, a dónde es posible entrar a nadar un ratito. Todo esto en poco más de hora y media. 

El primer inconveniente fue que nosotros éramos tres y la persona con quien se paga la lancha se negaba totalmente a que compartiéramos. Entonces esperamos un poco y llegó una pareja de Suecia, preguntaron el precio y como la chica de la taquilla no hablaba inglés, pues yo le expliqué las condiciones y agregué que si compartían con nosotros que éramos tres, nos tocaba pagar 240 pesos por persona; estuvieron de acuerdo y listo, rentamos la lancha juntos. 

El conductor de la lancha no hace ninguna explicación, pero sí respondía a todo lo que le preguntábamos con amabilidad, lo que me hizo comprender que sabe mucho del lugar, pero definitivamente les falta capacitación para atender al visitante.

La lancha va rápido y en menos de 20 minutos ya estábamos en el área donde se encuentran los flamencos. Según dijo el operador de la lancha, habría en ese momento unos 10 mil.

Desde que nos fuimos acercando notamos a lo lejos la macha rosada y una vez que estuvimos cerca no hubo más que admirarlos. Su vuelo, su andar, su calma… son maravillosos! 

Ahí tuvimos tiempo para tomarles fotos, video y observarlos. Entonces paramos y a ratitos nos movíamos lentamente para no molestarlos. Algunos flamencos se acercaron sin miedo y aprovechamos para observarlos. Sin duda es uno de los espectáculos más hermosos de mi vida.

De ahí fuimos hasta el cenote, que es pequeño y de agua transparente, donde nadamos tan sólo unos 10 minutos y luego fuimos hasta otro punto para ver algunas garzas. En seguida, tomamos el camino de regreso y el paseo había terminado. 

De ahí fuimos a comer a Los Pámpanos, que está a la orilla de la playa. Riquísimo lugar para pasar un buen rato comiendo y viendo el mar, porque ese día el calor era tremendo, así que a medio día no se antojaba mucho estar bajo el Sol.

Luego de pasear un poco más por el pueblo regresamos al hotel a pasar las horas del atardecer en la playa y la alberca.

Celestún es bello, pero me dejó una rara impresión que trataré de explicar. Es un lindísimo pueblo pero se nota el descuido en el que las autoridades de Yucatán lo tienen. Teniendo un atractivo único (flamencos), playas hermosas y áreas naturales, podría ser un gran atractivo turístico. Y no hablo de cambiarlo y permitir la entrada de grandes hoteles y servicios, para nada; sino de que la gente del lugar tenga capacitación para recibir al turista y atenderlo mejor, además de darle “una manita de gato” en algunos puntos donde realmente lo necesita. Buscar ese punto medio entre ser un buen destino turístico y mantener la esencia del pueblo. Ya sé, pido mucho.

Tip: Nosotros fuimos en abril, pero me contaron que los flamencos están ahí siempre y que no hay una hora especial para ir a verlos, pero creo que entre más temprano mejor, porque no es tan caluroso y el sol no pega tan fuerte así que las fotos salen mejor. Los paseos se realizan toda la mañana y a la hora que llegas y contratas la lancha, salen.

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