Refugio, una historia de esfuerzo y dedicación en el Aeropuerto Benito Juárez

Aeropuerto Benito Juárez
Aeropuerto Benito Juárez en el DF.

A menudo, las historias más inspiradoras pasan desapercibidas. Esta es la de Refugio, una mujer que trabaja incansablemente en el Aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México. En una fría mañana de enero, entre las primeras puertas del aeropuerto, ella limpia con dedicación los baños mientras comparte su vida con los viajeros. Su historia, que comenzó con una charla casual, nos muestra la importancia del esfuerzo diario y el amor por lo que se hace, incluso en las condiciones más difíciles.

Una mañana en el Aeropuerto Benito Juárez

Llegué de madrugada al Aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México, como tantas otras veces, en medio de la oscuridad y el frío. El cansancio me invadía, pero la ilusión por un nuevo viaje me mantenía despierta. Caminé entre las pocas personas que a esa hora aún quedaban en el aeropuerto, y me dirigí hacia la sala de embarque, donde me encontré con Refugio.

Refugio, una mujer madura, me saludó con una sonrisa cálida mientras me lavaba las manos en el baño. Durante nuestra conversación, me contó cómo trabaja toda la noche limpiando las primeras salas del aeropuerto. A pesar del agotamiento, mantenía una actitud tranquila y amable. Me explicó que vive a las afueras de la ciudad, y después de su turno nocturno, regresa a casa para descansar unas horas antes de salir nuevamente hacia el trabajo. Aunque su vida parece ser un ciclo interminable de trabajo y descanso, lo hace con pasión y dedicación.

Lo que más me impresionó de Refugio fue su compromiso con su trabajo. Aunque no duerme lo suficiente y pasa la mayor parte de su tiempo limpiando, siempre está atenta a cada detalle. Su prioridad es que los baños estén impecables para los viajeros. “Cuando ya terminé, busco si las puertas o las lámparas necesitan limpieza”, me dijo, mientras me mostraba orgullosa el impecable estado de los baños. A pesar de las dificultades, se siente satisfecha al ver que su trabajo marca una diferencia para los demás.

Gracias a todas las "Refugios" del mundo

Mientras me secaba las manos, Refugio me entregó un pedazo de papel y me sonrió nuevamente. En ese momento, comprendí lo importante que es valorar el esfuerzo y la dedicación de todas esas personas que, como ella, trabajan en la sombra para que nuestros viajes sean más cómodos.

Mi agradecimiento es para todas las Refugios del mundo, esas personas que, a pesar del cansancio y las dificultades, hacen su trabajo con pasión y sin pedir nada a cambio. Gracias por tu esfuerzo, Refugio.