Caminar por el centro de Quebec es un viaje en el tiempo. Pasas la Plaza de Armas, admiras el majestuoso Château Frontenac… sigues adelante, llegas a una corta escalera, bajas un poco y recorres una curva hasta toparte con la famosa Escalier Casse-Cou, que debes bajar a pie al menos una vez durante tu visita a esta ciudad. Es uno de los atractivos más emblemáticos de Vieux-Québec.
Qué hacer en Vieux-Québec
Una vez abajo, estarás justo frente a la entrada del Funicular. Has llegado al corazón del Barrio Petit Champlain, una zona encantadora formada por callecillas llenas de historia, vida y color. Encontrarás lindas boutiques, cafés acogedores, restaurantes con encanto, bares animados y hasta un pequeño teatro.
Se dice que Petit Champlain es el distrito comercial más antiguo de Norteamérica, ya que desde 1680 artesanos locales vivían ahí y vendían sus productos. Por eso, toda la zona está llena de pequeñas viviendas antiguas con pintorescas ventanas que hoy lucen productos artesanales, puertas coloridas y un ambiente único, acogedor y divertido.
Un mural con historia y las famosas escaleras
En un extremo de la Rue du Petit-Champlain encontrarás un mural que retrata la esencia del barrio: su pasado artesanal y comercial, los bombardeos que sufrió, un incendio y su posterior renacimiento.
Del otro lado están las famosas Escalier Casse-Cou (Escaleras rompe cuellos), que han aparecido en infinidad de películas, anuncios publicitarios y revistas. Construidas en 1635, su nombre original era Escalier du Quêteux, también conocidas como escalier de la Basse-Ville (escaleras de la ciudad baja). El apodo “rompe cuellos” viene de los resbalones que provoca la nieve invernal, ¡más de una caída se han cobrado!
La historia moderna de Petit Champlain
Este barrio también tiene una historia reciente muy interesante. Se cuenta que unos empresarios vieron el gran potencial de la zona, pero los artesanos locales se unieron, crearon la Coopérative des artisans et commerçants du quartier Petit Champlain y compraron todos los establecimientos. Hoy, unos 50 negocios son propiedad de los mismos lugareños, lo que le da aún más autenticidad.
Desde Petit Champlain puedes tomar el Funicular que te lleva directo a la Terrasse Dufferin, justo frente al Château Frontenac, desde donde tendrás una vista espectacular del barrio completo.
Qué comprar en Petit Champlain
Este es un excelente lugar para hacer compras: encontrarás ropa de diseñadores locales, souvenirs con historia, artículos de decoración únicos y mucho más.
Tip: No dejes de visitar la tienda Madame Gigi. Sus panecillos y macarons son una verdadera delicia. ¡Te vas a enamorar del lugar y de sus sabores!