Espace pour la Vie: Naturaleza y ciencia en Montreal

Jardín Botánico en Montreal
Jordines Botánicos en Montreal.



Espace pour la Vie es un conjunto de espacios dedicados a la ciencia y la naturaleza en Montreal. Con el Biodôme, el Insectarium, el Jardin Botanique y el Planétarium, este complejo ofrece experiencias interactivas para todas las edades. Ideal para familias, combina diversión y aprendizaje en uno de los entornos más icónicos de la ciudad, el Parc Olympique, sede de los Juegos de 1976.

Espace pour la Vie: Ciencia y naturaleza en Montreal

Espace pour la Vie (Space for Life) hace gran honor a su nombre. Con su Biodôme, Insectarium, Jardin Botanique y Planétarium, lograron crear un lugar que es vida pura en la ciudad de Montreal, provincia de Quebec, en Canadá.

Donde la vida florece: Espace pour la Vie en Montreal

Justo donde se llevaron a cabo las Olimpiadas de 1976, se encuentra Espace pour la Vie, creado como un espacio de concientización sobre el cuidado de las especies, del planeta y sus recursos. Conformado por el Biodôme, el Insectarium, el Jardin Botanique y el Planétarium, es el lugar perfecto para aprender y divertirse. Aunque podría parecer un sitio para niños, la realidad es que los adultos también nos encontramos totalmente atraídos por la forma en que todo está presentado.

Nuestra visita al Planétarium

Nuestra visita a Espace pour la Vie duró mucho más de lo planeado porque ¡todo es fabuloso! Nos habían dicho que bastaban unas tres horas, pero llegamos a las 11 a.m. y salimos hasta las 6 p.m. Eso sí, les puedo contar con lujo de detalle lo que hay.

Fuimos en metro, lo tomamos en Peel y bajamos en Viau. Apenas salimos de la estación, vimos la alta torre del Parc Olympique. Fue muy sencillo seguir los señalamientos hacia el Planétarium, ubicado en un edificio moderno imposible de ignorar.

Al entrar, descubrimos que en realidad hay dos planetarios. Nos preguntaron si queríamos ver las películas en inglés o francés; elegimos inglés. Mientras esperábamos, mi hija se entretuvo con muchísima información interactiva sobre el Universo. Al fondo, vimos pedazos de meteorito, un robot y varios juegos que hicieron que el tiempo volara. En la entrada también se exhiben los antiguos proyectores y equipos del planetario, que ya lleva más de 45 años funcionando, aunque ahora todo es completamente moderno.

Experiencias únicas en el Planétarium

La primera experiencia, “Continuum”, fue la que más me gustó. Adoré de verdad toda la propuesta: entras a una sala con pufs en lugar de butacas, la música y las imágenes despiertan los sentidos... ¡Ah, qué belleza! No tienen idea de cuánto lo disfruté.

La segunda película es más tradicional: trata sobre las estrellas, el Universo, los planetas y las constelaciones. Sonido e imagen de primera.

El Biodôme: ecosistemas vivos bajo techo

Después, cruzamos por un túnel hasta el Biodôme, ubicado en lo que fue el velódromo de los Juegos Olímpicos de 1976. ¡Qué buen uso le dieron! Recrearon cuatro ecosistemas en los que hoy habitan flora y fauna.

Durante la visita, recorrimos un ambiente tropical, otro donde crecen árboles de maple como en Laurentides, el golfo de Saint-Laurent y finalmente una sección fría con pingüinos, como si estuviéramos en Labrador. Vimos pájaros, peces, tortugas, castores y pingüinos… además de muchísima vegetación, aguas, rocas y más. Lo mejor: los animales no están en jaulas, andan libres en ese gran espacio para la vida.

Jardin Botanique e Insectarium

Nos tocó un día lluvioso, pero al salir del Biodôme, el cielo nos regaló un buen rato de sol, justo a tiempo para visitar el Jardin Botanique y el Insectarium, que están juntos.

Como ya era un poco tarde, optamos por comer en el Jardín Botánico antes de continuar. Los jardines que más me gustaron fueron el japonés y el chino. También tienen un pequeño jardín con plantas venenosas y otros espacios muy bellos con flores, bancas y caminos.

Recorrimos gran parte del lugar y vimos insectos también, aunque con algo de escalofríos… ¡hay algunos que dan no sé qué! Si te animas, puedes dejar que una simpática tarántula camine por tu brazo.

Subida a la torre inclinada del Parc Olympique

Ya eran las 5 de la tarde, así que corrimos para alcanzar a subir a la torre del Parque Olímpico, la más alta del mundo en su tipo. ¿Cuántos recuerdan las Olimpiadas de 1976 en Montreal? En mi mente están muy presentes esas imágenes del complejo arquitectónico futurista y su torre inclinada. Hoy, después de más de 40 años, sigue siendo un lugar que impone y atrae.

Una visita a Montreal debe incluir el recorrido por la Villa Olímpica. Fue testigo de las glorias de Nadia Comaneci con sus 10 perfectos, de la inclusión del básquetbol y remo femenil, y es recordada como una de las olimpiadas más caras de la historia. Imposible olvidar el estadio con techo replegable que vimos por primera vez en la televisión.

Hoy el Parc Olympique sigue siendo un ícono, tanto para turistas como para locales. Además de ser sede de Espace pour la Vie, su torre inclinada —obra del arquitecto francés Roger Taillibert— mide 165 metros y tiene una inclinación de 45 grados. Se puede subir en un funicular con capacidad para 76 personas, único en su tipo, ya que se desplaza siguiendo la curvatura inclinada de la torre.

Una vez arriba, puedes disfrutar de magníficas vistas de la ciudad, hacer compras de recuerdos y conocer la historia del lugar mediante fotografías, maquetas y pantallas táctiles que los niños adoran. Es un imperdible en Montreal, sobre todo para quienes conservamos gratos recuerdos de esa época.

Desde la estación de metro Viau verás de inmediato la imponente torre. Para comer, hay sitios de comida rápida en el Biodôme, el Planétarium y el Jardin Botanique. Si prefieres algo más completo, sin llegar a lo muy formal, en el Jardín Botánico hay un restaurante muy lindo, con buena comida a buen precio.


Parc Olympique en Montreal
Parc Olympique en Montreal.