Quinta Montes Molina: joya histórica en Mérida

Qué visitar en Mérida, Yucatán
Quinta Montes Molina.


Visitar la Casa-Museo Quinta Montes Molina en el Paseo Montejo es hacer un viaje al pasado de Mérida, Yucatán. Esta elegante casona porfiriana conserva muebles y objetos originales, ofreciendo una mirada auténtica a la vida de la alta sociedad de principios del siglo XX. Además de sus visitas guiadas, es sede de exclusivos eventos sociales. Sin duda, es una parada imprescindible en tu recorrido por Mérida.

Qué visitar en Mérida, Yucatán

Una tarde fui a una bella casona en el Paseo Montejo, que hoy es Casa-Museo… la llamada Quinta Montes Molina. Visitarla es ir en un paseo al pasado de Mérida, en la época del Porfiriato, para conocer cómo vivía la clase “bien acomodada” de aquellos tiempos, sus costumbres y gustos.

El origen de la Quinta Montes Molina

Cuenta la historia que Don Aurelio llegó a México desde La Habana, Cuba, a Mérida, con la esperanza de continuar su negocio de siembra de caña de azúcar. No lo logró, pero se embarcó en el negocio del henequén, muy fructífero en aquella época.

En Mérida, Don Aurelio conoció a Doña Josefa y se casaron. Siendo de buena posición económica, él contrató a los mismos arquitectos que hicieron el Teatro Peón Contreras para diseñar su casa. Sin embargo, un tropiezo económico lo obligó a venderla poco después. Así, su adorada casa pasó a manos de Don Avelino Montes, banquero casado con Doña María Molina. De ahí proviene el nombre Quinta Montes Molina.

Esta casona ha sobrevivido casi intacta desde su construcción. Lo más valioso es que conserva muebles y objetos originales, gracias a los herederos de Don Aurelio y Doña Josefa. Desde 2003 es posible visitarla, y también se alquila para eventos sociales y ejecutivos gracias a sus hermosos jardines y terrazas.

Recorrido por la casa-museo

Es la única mansión de su tipo abierta al público en Mérida y vale mucho la pena. El recorrido inicia en la sala, donde se pueden apreciar mármol de Carrara, cristal de Murano, porcelana, un hermoso reloj y muchas piezas auténticas de la época.

Los muebles parecen detenidos en el tiempo. Es fácil imaginar que, en cualquier momento, personas vestidas a la usanza porfiriana podrían entrar. Por los ventanales entra el viento y en las paredes se conservan los “pinchos” que sostenían las hamacas, pues se dice que en esa casa no hubo camas durante muchos años.

Tras recorrer las habitaciones y baños, se llega a la cocina, donde se puede ver cómo la servidumbre subía los platos hasta el comedor con un pequeño elevador manual. Luego se visita la alacena y, finalmente, una linda tienda de souvenirs y regalos.

Información práctica para tu visita

La Casa-Museo Quinta Montes Molina ofrece recorridos en inglés y español. Conviene informarse antes de ir para no perderse la explicación, ya que la historia y los detalles que alberga son realmente fascinantes.