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| Zirahuén Forest & Resort. |
Zirahuén Forest & Resort es un paraíso natural en Michoacán, ideal para descansar, vivir aventuras, comer delicioso y reconectar contigo mismo. Situado a orillas del lago de Zirahuén, rodeado de paisajes increíbles y aire puro, este resort lo tiene todo para una escapada inolvidable: cabañas acogedoras, actividades al aire libre y comida exquisita.
Naturaleza, aventura y descanso junto al lago
Entre una vegetación espectacular, con el sol reflejándose en las aguas del lago de Zirahuén, se encuentra Zirahuén Forest & Resort. Puedes ir a pasar una tarde o quedarte varios días. Ya sea que viajes solo, en pareja, con amigos o en familia, es un lugar que se presta para todo tipo de plan.
Cabañas equipadas con vistas inolvidables
Si decides hospedarte ahí, encontrarás cabañas de distintas capacidades, todas muy bien equipadas. Tienen cafetera, baño privado con regadera (algunas incluso con tina), amenidades, cocina con estufa, refrigerador y utensilios. Afuera, cada cabaña cuenta con espacio para hacer fogata. Las vistas desde cualquier punto del lugar son simplemente inspiradoras.
Actividades para liberar adrenalina (y sonreír)
Durante tu estancia podrás disfrutar de gotcha, paseos en bicicletas de montaña, caballos, lanchas de remos, kayak y cuatrimotos. Nosotros probamos la tirolesa: en realidad, es un circuito que incluye tres tirolesas y varios puentes colgantes. Aunque al principio nos dijeron que era fácil… ¡no lo fue tanto! Pero fue muy divertido: subir, reír, cansarse, disfrutar el paisaje, sentir el aire en la cara, ver el lago brillar y, al final, vivir unos instantes de auténtica libertad.
Este lago no es uno cualquiera: con más de 3 km de ancho, 5 km de largo y una profundidad incalculable, el lago de Zirahuén es pura inspiración. Es tan especial que ha motivado incluso una leyenda…
La leyenda de la Sirena de Zirahuén
Cuenta la historia que, tras la llegada de los españoles, uno de ellos se enamoró de Eréndira, hija del rey purépecha. La raptó y la escondió en un bello lugar. Ella lloró tanto que sus lágrimas formaron un gran lago. Luego, desesperada, se lanzó a sus aguas y, por un hechizo, se transformó en sirena. Así nació el lago de Zirahuén, cuyo nombre en purépecha significa “espejo de los dioses”.
La Troje de Alá: sabor y vistas que enamoran
Otro gran descubrimiento fue el restaurante La Troje de Alá, desde donde puedes contemplar el lago en todo su esplendor y disfrutar de una exquisita comida. Su carta se renueva constantemente, así que déjate sorprender. Solo te doy un tip: no te vayas sin probar los charalitos.
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