Los Angeles
Cómo es el trámite para obtener la visa de Estados Unidos.


La primera vez que fui a solicitar la visa de Estados Unidos fue en 1993. Entonces, yo estudiaba y trabajaba, y no contaba con dinero en el banco ni con propiedad alguna a mi nombre. 


Por qué solicitar la visa de Estado Unidos


Todas aquellas personas que pretenden viajar a Estados Unidos debe solicitar una visa de esa país. Independientemente del motivo que los lleve de viaje, aunque sea solamente por una escala, todas las peros que pasen por ese país deben tener la visa correspondiente.

El motivo por el que solicité la visa de Estados Unidos por primera vez fue porque viajaría a Inglaterra a estudiar, y el vuelo más económico era así: Ciudad de México-Nueva York-Reykjavik - Londres, y de regreso igual, por lo que decidí visitar la capital islandesa de ida, y Nueva York de vuelta, claro…si obtenía la visa.

Una amiga, al saber que iría a la Ciudad de México a conseguir la visa de EUA, se apuntó para ir conmigo. A ella ya se la habían negado dos veces, y según ella, en esa ocasión se la darían pues llevaba la fórmula perfecta para obtenerla, la cual compartió gustosa conmigo:

"Dinero prestado para abonarlo en tu cuenta de banco sólo mientras cumples con el trámite, que la carta de trabajo tenga más antigüedad y sueldo, comprar ropa de buena marca para portar en la cita", y algunos otros tips.

Me pareció aquello una tontería y claro que no hice nada de eso, por el contrario acudí tal y como soy, sin más ni más: dinero en el banco no tenía, pues había ya gastado mis ahorros en el curso que tomaría en Inglaterra, así que en mi cuenta de banco sólo estaba la cantidad que requería para pagar mi boleto de avión, por lo que no tenía caso ni llevar el estado de cuenta. Llevé sólo tres documentos: la carta de trabajo, la de la escuela y la carta de aceptación en la escuela en Cambridge.

Eran aquellos tiempos en que llegabas de madrugada a la embajada, y luego te formabas por horas. Así que nos pasaron a unas bancas largas y nos sentamos a esperar que el cónsul llegara. Al pararse frente a mí, me preguntó a que iba, y le expliqué mis planes. Cabe mencionar que la visa no era algo que me quitara el sueño, si la obtenía conocería Nueva York y gastaría menos, pero si no; pues a gastar más en un vuelo directo y ya.

El cónsul no tardó ni tres minutos conmigo cuando ya me estaba dando un papelito rosa y me dijo que pasara a otra sección a esperar. A mi amiga, le dieron otro papelito, pero amarillo y la historia de ella fue bastante fuerte, la sometieron a interrogatorio por horas, porque se dieron cuenta que los documentos eran falsos, así que está de sobra decirles que no le dieron la visa, además de la desagradable experiencia que vivió. Yo, en cambio, esperé un rato y recibí mi visa por 10 años.


Renovación de visa de Estados Unidos


Luego, en 2004, acudía a renovar mi visa. Fui con mi esposo, quien también renovaría la suya y sacamos la primera visa de mi hija que entonces era muy pequeña, así que no fue necesario llevarla con nosotros.

La situación en la embajada de EUA en la Ciudad de México era muy distinta, pues todo está bien organizado y se acudía con cita, que es lo menos que se podía esperar después de que se paga por el servicio. En fin, que en esa ocasión me di a la tarea de observar a la gente que acude a solicitar la visa de Estados Unidos:

• Algunos llegan de traje y a leguas se vé que no están acostumbrados a usarlo y se muestran de lo más incómodos con la corbata.

• Otros llevan tantos documentos que no dudo que hasta la fe de bautismo tengan en ese folder.

• No falta el nervioso que parece que estará ante un interrogatorio después de haber cometido un delito.

• Hay también los que parece que van de fiesta y poco les falta para llevar el vestido de lentejuelas.

• Y que tal los que se comportan muy propios y con lenguaje adecuado, para que no se vea que son maleducados.

• Y por supuesto que también vamos los que nos comportamos y vestimos tal y como somos siempre.

Esta vez, llevé un poco más de documentos, unas 6 copias: pago de predial de la casa, factura de autos, y los últimos estados de cuenta y de tarjeta de crédito; esperamos un poco, luego pasamos a la ventanilla y el cónsul nos saludó y nos preguntó a qué iríamos a Estados Unidos, respondimos que queríamos ir de vacaciones a Disneyland; luego, mientras ya escribía en los papelitos, nos preguntó a qué nos dedicábamos, respondimos y eso fue todo. Una vez más obtuvimos la visa de EUA por 10 años.

Mi conclusión después de todo esto, es que la fórmula para obtener la visa es mostrarte tal y como eres. Tal vez arreglarte un poco más y llevar los documentos que demuestren tu solvencia económica, pero no llegar a los extremos de mentir o querer aparentar fortuna cuando no la hay.

En el 2014 renovamos nuevamente nuestras visas y todo fue muy sencillo, pues sólo hicimos cita por teléfono, ahí mismo hice el pago y luego acudimos al CAD el día de la cita. Antes de 2 semanas recibimos las visas.