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Lecciones de esquí en Mont-Tremblant.

Visitamos Mont-Tremblant (provincia de Quebec, Canadá) en enero (2016) y lo encontramos nevado y frío, como lo esperábamos. Lo primero, al llegar, fue dar un paseo por la villa, que se puede recorrer fácilmente a pie, descubriendo sus rincones, tiendas, restaurantes y bares. 


Scandinave Spa en Mont-Tremblant


Luego de instalarnos en el hotel Fairmont Tremblant y comer en delicioso en La Forge, fuimos a relajarnos el Scandinve Spa. Ah, qué bien nos quedó luego del viaje de llegada!!

Para los que son muy “coyones” el Scandinave Spa puede parecer agresivo, pero una vez que lo intentas verás que es impresionantemente relajante y creeme que no te pasará nada por pasar del agua caliente a la helada y salir de la alberca mientras la temperatura ambiental es varios grados bajo cero.

Considerando que ese día estábamos a unos -7°C, cuando llegamos a Scandinve Spa mi hija vio y con cara de asombro dijo tajante “¡yo no me meto, tengo frío!”. Luego cambió de opinión y decidió que entraría “sólo al agua calientita”. Vaya sorpresa me dio cuando dijo muy segura: “lo voy a hacer todo a ver qué se siente”, entonces salió del agua caliente, corrió hasta el agua halada, entró y salió rápido, se puso la bata y fue a tomar té caliente recostada sobre un cómodo camastro al interior, y mientras veía el nevado paisaje se quedó dormida… de verdad se relajó!!!

Y es que en eso consiste el Scandinave Spa, tomar ese circuito tres o cuatro veces y el shock de temperatura proporciona un increíble bienestar y descanso al cuerpo. Se trata de permanecer unos 15 minutos en el agua caliente, luego no más de 10 segundos en el agua helada y finalmente relajarse por 15 ó 20 minutos. Esto además ayuda a la circulación y provoca la liberación de endorfinas. Muy, muy recomendable!!

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Scandinave Spa en Mont-Tremblant.

Qué hacer en Mont-Tremblant


Esa misma tarde-noche fuimos a deslizarnos en la nieve porque ésta es una de las actividades gratuitas que se ofrece a los huéspedes de algunos de los hoteles que están en la villa. Puedes también comprar el boleto para Sliding Evenings, que tiene un costo de poco menos de 7 CAD, y está abierto de 6 a 9 pm. ¡Es muy divertido!

El día siguiente fue realmente ocupado, pues comenzamos con un rico desayuno en el hotel mientras disfrutábamos de las vista a las montañas; después fuimos hasta el Centro de Actividades para encontrarnos con quien sería nuestro guía en el Snowshoeing.


El guía resultó ser lo máximo y no sólo se trató de caminar por la nieve, pues nos dio mucha información del lugar. Mi hija quedó encantada porque pudo probar las ramitas que suelen comer lo venados durante el invierno, probó el hielo para saciar la sed, hicimos un muñeco de nieve, conoció más sobre los árboles del lugar, vio cómo nuestro guía pudo hacer fuego con la corteza de algunos de esos árboles y hasta asamos bombones mientras nevaba. Fue una gran experiencia, totalmente recomendada para vivirla en familia. Estoy segura que los niños pequeños la amarían. Además, el guía (Ricardo) habla bastante español y le gusta practicarlo.

Por la tarde tomamos nuestra primer lección de esquiar; comenzamos muy tímidas y pese a que no es nada fácil, gracias a la buena instructora y a que la pendiente para principiantes nos dio confianza, luego de una hora de práctica, algunas pocas caídas, risas y gritos, lo comenzamos a hacer mucho mejor. No les digo que terminamos siendo grandes esquiadoras, pero considero que con un par de lecciones podrás estar cómodo con los esquíes como para deslizarte con confianza por la pista familiar. Debo mencionarles que cuentan con instructores que hablan español y las lecciones se pueden tomar en familia.

Esa tarde noche la pasamos en la alberca y el jacuzzi del hotel Fairmont Tremblant, que es una delicia mientras cae la nieve; y por supuesto que regresamos al Sliding Evenings antes de ir a cenar. 

Mont-Tremblant tiene una muy amplia gama de actividades durante el invierno.