Festival Vida y Muerte en Xcaret, tradición que emociona

Festival Vida y Muerte, Riviera Maya
Festival Vida y Muerte en Xcaret.


El Festival Vida y Muerte en Xcaret, en Playa del Carmen, celebra cada año el Día de Muertos con espectáculos, sabores y tradiciones que emocionan. En 2015 volví después de años, y esta vez viví el evento completo: cuatro días intensos que me dejaron con ganas de más.

Mi primer encuentro con el festival

En 2011 conocí el Festival Vida y Muerte, pero lamentablemente ese año el evento fue acortado debido a un huracán que pasó por la Península de Yucatán precisamente a finales de octubre. Aunque fue un festival cortito, de tan sólo dos días, eso fue suficiente para dejarme las ganas de volver. Los años pasan y es hasta este 2015 que por fin se me hizo regresar para vivirlo a lo grande y finalmente dejarme con ganas de ver más, así que por allá nos veremos seguramente en un futuro.

El corazón del Día de Muertos en Xcaret

El Festival Vida y Muerte se realiza cada año con motivo del Día de Muertos (2 de noviembre), en el Parque Xcaret que está en Playa del Carmen (Quintana Roo, México), en la Riviera Maya. Es un evento que cada vez atrae a más gente porque preserva una hermosa tradición de este país, allegando a los espectadores a espectáculos teatrales, musicales y de danza, que desarrollan sus representaciones con la temática del Día de Muertos.

En este 2015, que fue el décimo aniversario del Festival Vida y Muerte, el parque Xcaret recibió 46 mil visitantes en los 4 días que dura el evento, todo un éxito sin duda alguna.

Velas, ofrendas y emociones

Llegué a Playa del Carmen el 30 de octubre, que fue el primer día de Vida y Muerte, y estuve a tiempo para disfrutar del espectáculo ícono de Xcaret, México Espectacular, una maravillosa muestra de la riqueza cultural de México, donde los sentimientos salen a flor de piel y el orgullo por pertenecer a este país se fortalece.

Luego aproveché para dar una vuelta por el parque: velas encendidas, ofrendas, flores de cempasúchil, catrinas y catrines, caras pintadas, niños jugando, música, risas… gente comiendo, tomándose fotos, entrando y saliendo de los diversos recintos donde se presentan los espectáculos. De verdad, que este festival no deja momento para el aburrimiento, es una constante alegría, como debe ser el Día de Muertos.

Teatro, danza y cultura

Los días posteriores fueron para asistir a los espectáculos, tales como: Pájaro Tziu, de Aquelarre Teatro; Emiliano y el Tren, del Grupo Teatral Luna Morena; Cuando canta un alebrije, del Grupo La Troupe, y fue la obra ganadora en 2009 del “Concurso de Obras de Teatro para Títeres sobre Alebrijes”, organizada por el Museo de Arte Popular (MAP); La Leyenda del Ahorcado, de Apolonio Mondragón; No estaba muerto, andaba de parrada, de Magia Escénica; Muertos… ¡Pero de Gusto! con Itacate de Cuentos; Nona, de La Piara Teatro e Inhala Espectáculos; y Retrato de Familia, de 20 Varos y Cía. Folclórica infantil y juvenil de la R.M.; PIXOM: Cuentos de Vida, Muerte y Reencarnación, de Dzúl Dance Company; además de Ensamble Cruzado, de Colombia y el concierto de Julieta Venegas, que fue el cierre del festival.

Antojitos y tradición gastronómica

Y si de darle gusto al paladar hablamos, en Xcaret encontré tacos, tortas de cochinita pibil, algodones de azúcar, churros y refrescantes aguas de frutas, la de mango fue mi favorita casi toda mi estancia.

Pero claro que también hay que aprovechar para probar el plato tradicional de Día de Muertos de la región, el pibipollo, que es como un tamal muy grande cubierto con hoja de plátano, cuyo cocimiento es en un horno hecho en la tierra. Lo interesante es que son las cocineras tradicionales quienes lo preparan ahí, así que es el sabor auténtico; y lo mejor de todo es que puedes ver cómo los hacen, mientras las mujeres cocinan, los hombres disponen el hoyo en la tierra y atizan el fuego.

El cementerio Puente al Paraíso

Durante este festival es obligado visitar también el cementerio Puente al Paraíso, que está de fijo en Xcaret. Se trata de un panteón conformado por 365 tumbas ficticias creadas a similitud de algunas reales, producto de una investigación realizada por varios capos santos de la región, así que es un gran ejemplo de la tradición, ingenio y picardía del mexicano con respecto a la muerte. Vale la pena tomarse el tiempo para leer los epitafios.

Un cierre con sabor y emoción

Finalmente, hay que visitar las ofrendas de Día de Muertos que crean las comunidades y el mismo parque, con elementos que marca la tradición y dedicadas a quienes ya se han ido.


Festival Vida y Muerte, Riviera Maya
Festival Vida y Muerte en Xcaret.