Noches de Kukulkán: magia en Chichén Itzá

Chichén Itzá en Yucatán
 Templo de Kukulkán


Chichén Itzá, una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno y Patrimonio de la Humanidad, es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes de México. En este lugar lleno de historia y simbolismo, se presenta cada noche el espectáculo de luz y sonido “Noches de Kukulkán”, una experiencia visual y emocional que exalta la cultura maya y nos recuerda el orgullo de ser mexicanos. Si visitas Yucatán, este show es una parada imperdible, tanto para locales como para viajeros del mundo.

Chichén Itzá, orgullo mexicano

Chichén Itzá es Patrimonio de la Humanidad desde 1988 y también fue declarada como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno; es sin duda uno de los grandes atractivos turísticos de nuestro país y está ubicada en Yucatán, que es un estado encantador lleno de zonas arqueológicas, deliciosa gastronomía y gran riqueza cultural.

Llegamos más que puntuales y cambiamos nuestros comprobantes recibidos por e-mail por las entradas. Debo aclarar que este espectáculo es gratuito para todo mundo y sólo es necesario tramitar los pases por medio de su sitio web. El procedimiento es muy sencillo.

Luego hicimos fila para ingresar y, a la hora definida, se permitió el acceso y pudimos caminar por la gloriosa Chichén Itzá hasta llegar a los asientos que estaban dispuestos justo frente al Templo de Kukulkán (El Castillo), todo estaba bellamente iluminado, con cambios de colores, y entonces invitaron a hacer un recorrido.

El espectáculo de Noches de Kukulkán

Noches de Kukulkán se presenta cada noche y “dicen” que inicia con un recorrido por la zona arqueológica, que no pudimos realizar por detalles que cuento en el post “Noches de Kukulkán, casi una maravilla”.

Una vez que comienza el espectáculo no cabe la distracción, pues todo quedó perfecto. Es entretenido, interesante, bien realizado y no puedo más que hablar maravillas de Noches de Kukulkán, del show en particular que tiene una duración aproximada de 30 minutos.

Desafortunadamente no se proporcionan (y no encontré por ningún lado) datos sobre las cuestiones técnicas y de desarrollo que fueron necesarias para la creación de este espectáculo, pero me queda claro que no se lo pueden perder por ningún motivo.

Créanme que al ver Noches de Kukulkán llega el momento en que el orgullo de ser mexicano se enaltece y la piel no sabe mentir. Es ver, escuchar y recordar (por si a veces se nos olvida) que somos parte de una tierra llena de cultura, de tradiciones incomparables, de las que debemos estar orgullosos.

Bravo por el logro de Noches de Kukulkán y ojalá permanezca por mucho tiempo para que millones de personas lo puedan disfrutar y aprender con él.

Tip para disfrutarlo al máximo

Para disfrutar mucho más de Noches de Kukulkán, bien vale la pena hospedarse en The Lodge at Chichén Itzá, que está justo a un lado de la zona arqueológica, incluso tiene entrada directa para poder visitar Chichén Itzá de día.

Lo que empaña la experiencia

Impecable espectáculo, en lo que se refiere a sus características de contenido, técnicas, entretenimiento y demás; pero es lamentable la actitud del personal de Chichén Itzá (Yucatán), así como las reglas totalmente absurdas que aplican. Aquí les cuento nuestra experiencia.

Llegamos y cambiamos los comprobantes que recibimos por correo electrónico por las entradas, luego de ello fuimos a formarnos a una fila que nos indicaron; ahí comencé a observar que no hay un ingreso preferencial para adultos mayores y personas con capacidades especiales.

Luego, un par de hombres, empleados del lugar, se paseaban de un lado para el otro con cigarro en mano, pese al claro aviso de “Prohibido fumar”; ahí me quedó claro que ciertas reglas aplican para visitantes solamente.

Una vez que llegó el momento de entrar, todos comenzamos a caminar rápido para alcanzar los mejores asientos frente al Templo de Kukulkán y entonces vi a un grupo de mujeres y una pareja de adultos mayores que con dificultades iban en el accidentado camino de terracería. ¡Pero cómo es posible tanta insensibilidad! ¿No hay forma de darles ingreso previo para que vayan a su paso? Aunque en mi opinión, lo mejor sería llevarles en un carrito de golf.

El señor le decía a su mujer “no te preocupes, no importan los lugares que nos toquen”. De verdad, qué pena que no se tomen las medidas necesarias para que las personas que lo requieran puedan disfrutar con comodidad y dignidad de los atractivos y espectáculos que hay en nuestro país, mucho más cuando hay forma de poner algún carrito de golf para que los lleven. Incluso debería haber una zona acordonada para adultos mayores y personas con capacidades especiales. Esa no hay, pero sí una fila entera para VIP que ingresan poco antes del espectáculo y por otra entrada.

Ahí no acabó la cosa. Llegamos hasta los asientos y por supuesto que los que corrieron tomaron los mejores (la primera era VIP); luego de eso, yo esperaba que dieran el aviso para ir al recorrido guiado (que tienen anunciado en su sitio web), como no escuché nada al respecto, me levanté y pregunté. Entonces el vigilante me dice: “Lo están haciendo algunos, casi se acaba”. Varias personas escuchan y se levantan de sus asientos para ir, pero se me ocurre preguntarle si al regresar nuestros asientos serían los mismos, a lo que me respondió: “Ah, eso sí, se los pueden ganar, nadie se los va a apartar”. ¡Uhquela! ¿Por qué no se para alguien en frente y dice: “Es momento de hacer el recorrido, les pedimos que respeten los asientos que tienen”?

Acto seguido, cada familia se organizó para dejar a alguien vigilando los lugares y los demás fueron a hacer el recorrido; como se imaginarán, no lo hice porque me tocó quedarme.

En general, las respuestas del personal de vigilancia carecen de amabilidad, incluso gritan a los visitantes y llegan a ser groseros. Es realmente triste que un espectáculo de tan alto nivel se vea empañado por detalles como estos.


Chichén Itzá en Yucatán
 Templo de Kukulkán