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| Visitando El Tesoro, en Petra, Jordania |
Tras años de aventuras por el mundo, cumplir sueños y trazar metas, llegué a Petra, Jordania. Ver El Tesoro ante mis ojos marcó el cierre perfecto de una etapa muy especial. Este viaje no fue solo un destino más, sino un recordatorio de lo que se puede lograr con perseverancia. Ahora, con metas cumplidas, es momento de tomar un respiro y seguir adelante desde otro lugar.
Mi blog, mis metas y el gran cierre en Petra
Mi blog arrancó formalmente en 2009, por el simple gusto de compartir experiencias de viaje. Más adelante entendí que podía ir más allá y, sin ser profesional de la escritura o la fotografía, me dediqué a aprender y hacerlo crecer.
Cuando sentí que iba en buen camino, me prometí cumplir sueños y metas. Hoy, muchas se han hecho realidad, y por eso es momento de hacer una pausa consciente.
El Tesoro en Petra: la culminación de un ciclo
Hace unas semanas en Jordania, la noche caía. Caminaba entre ruinas y rocas iluminadas por velas, siguiendo un largo camino que me llevó hasta una rendija entre las paredes de piedra... y ahí estaba: El Tesoro de Petra.
Me miró, o eso sentí. Y con un guiño silencioso me dijo: “Lo lograste”.
Después de años de viajes, kilómetros recorridos y metas tachadas de mi lista, ahí estaba. Frente a una de las maravillas más emblemáticas del mundo. No era un sueño, era una meta. Y me la cumplí.
Una pausa necesaria
Como conté en mi post “Un día me permití soñar”, he llegado donde alguna vez creí imposible. Crecí en una familia monoparental, donde había que trabajar si se quería estudiar. En mi infancia, viajar era una fantasía lejana. Pero aprendí que el ingenio, el enfoque y la perseverancia valen más que el dinero.
Y ahora que he llegado a la última meta que me tracé, me permito un respiro.
¿Y ahora qué?
Sigo viajando, porque no me hallaría sin hacerlo. Solo que lo haré con más calma. Es momento de estar presente en una nueva etapa familiar y acompañar muy de cerca a mi hija en un proceso importante para ella.
He rechazado varios viajes este semestre. Mi calendario se ve distinto: Quito en junio, Orlando en julio, Morelia en noviembre y un posible viaje largo a Canadá en enero. Menos kilómetros, más presencia.
Petra fue la última gran meta de un ciclo que comencé hace más de una década. Hoy celebro que lo logré, y agradezco cada paso del camino. Lo que sigue será distinto, pero igual de significativo.
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| Petra, Jordania de noche |
