viajar
Los asientos de los aviones, no me gustan.

Me gusta viajar, me encanta! Pero aún así hay algunos detallitos que no me agradan del todo al realizar esta actividad y es lo que hoy les pienso compartir.


Qué no me gusta de viajar


Los madrugones. 95% de los viajes los inicio de madrugada por diversas razones, porque el vuelo sale temprano y hay que estar en el aeropuerto 3 ó 2 horas antes, porque es mejor llegar a bueno a hora al destino y así. El caso es que cada viaje es una levantada a deshoras, tipo 3, 4 ó 5 de la mañana si bien me va.

Los asientos de los aviones. Cada vez con menos espacio para las piernas. En contra parte, puedo decir que me agrada la oferta de entretenimiento abordo que ahora es más completa, pero eso mi espalda no lo entiende y luego de un vuelo de más de 3 horas lo padezco. Sin contar con que ahora venden la comida y hay un montón de cargos extras y restricciones de equipaje con el pretexto de ser aerolineas low cost.

El jet lag. Viajo, viajo y viajo y no hay forma de combatir este enemigo con nada. Que descansar antes del viaje, beber agua natural… etcétera, pero aún así me pega canijo siempre al regreso. De ida no me pasa nada y llego a otro continente como cascabelito, pero al regreso! A las 4 pm ya ando buscando mi camita.

Mucho equipaje. Suelo ir con equipaje ligero y he aprendido a no comprar demasiadas cosas; sin embargo siempre al regreso con las maletas a tope. Y es que por más que intento no traer tanto siempre me gusta incluir regalitos para mi mamá, hermana, hermano, suegros, amigas, sobrinos y así…además de para mi hija y esposo si no van conmigo. Hay mucha gente que quiero y eso se convierte en muchos regalitos en la maleta. Lo que procuro hacer es que sean cosas pequeñitas.

Migración. Generalmente me han tocado agentes de Migración muy amables de todos los países que he visitado, pero por supuesto que no ha faltado el prepotente. 

Y por último, me choca realmente el sentimiento de “algo se me olvidó” que me da invariablemente cada vez que salgo de casa para algún viaje. No lo puedo controlar y pese a revisar una y otra vez, me llega la sensación horrible y comienzo a revisar de nuevo en mi bolsa. Lo que hago últimamente es solamente checar que traigo conmigo documentos, tarjetas de crédito y débito, dinero, cámaras y celular, luego de eso, lo que se olvidó, pienso: "lo compro allá"..