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Las Nubes, en Holbox.

Pero qué alegría me dio ser recibida en el hotel Las Nubes de Holbox, con una deliciosa margarita; porque han de saber que amo y adoro las margaritas, y si son de tamarindo, más!! En fin, luego de saludar y refrescarnos, entramos a ese recinto cubierto por vegetación que me hicieron sentir más fresca pese a las altas temperaturas que prevalecían en esos días (mediados de mayo). 


Hotel boutique Las Nubes, en Holbox


Pasamos toda una tarde en Las Nubes, en Holbox (Quintana Roo, México) mientras yo paseaba por el hotel mi pequeña tomaba una clase de repostería con uno de los chefs del hotel, todo un lujo y una gran experiencia para ella. Luego, un rato en la alberca, que está perfectamente ubicada entre las villas y las palmeras, lo que permiten nadar sin estar plenamente expuestos al Sol. Por cierto, que el agua de la piscina está templada y aunque hacía mucho calor, siempre prefiero que esté así a las frías aguas que a veces dejan en los hoteles con el pretexto de estar en la playa y el calor. 

Nuestro paso por Las Nubes fue delicioso y no podía terminar mejor, con una comida riquísima que incluyo pescadillas, tostaditas y ceviche verde, que es una de las especialidades de su restaurante; acompañados por un vino blanco que estaba en su punto de frescura. 

La tarde casi caía cuando fue el momento de despedirnos de ese hermoso lugar que ha tenido una buena cantidad de “luminarias” como huéspedes y que goza de tan excelente prestigio, el que ya comprobé es real, porque su servicio, atención e instalaciones están de maravilla. 

Al despedirme, el taxi me dejó ver la playa del hotel, vi cómo el cielo se junta con el agua en un punto donde se unen sus azules y entonces entendí que su slogan es pura realidad: “…el lugar donde el cielo abraza el mar”.