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| Nieves en San Miguel de Allende. |
San Miguel de Allende, en Guanajuato, es un destino perfecto para escapar de la rutina. A solo 90 km de Guanajuato capital, ofrece actividades para disfrutar en familia, buena comida y descanso. Durante este fin de semana, descubrimos cómo un par de días pueden ser suficientes para relajarse y divertirse al máximo. Te comparto todo lo que hicimos en este hermoso Pueblo Mágico, desde el hospedaje en el Hotel Real de Minas hasta los mejores lugares para comer y pasear.
Qué hacer en el centro de San Miguel de Allende
San Miguel de Allende, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, siempre es un deleite visitarla. Aunque ya la conocíamos bien, cada visita es diferente y siempre ofrece algo nuevo. Esta vez, elegimos un recorrido relajado, disfrutando de su centro histórico, su comida deliciosa y de algunas actividades que nunca faltan en nuestros viajes.
Estancia en el Hotel Real de Minas
Nos hospedamos en el Hotel Real de Minas, el más grande de San Miguel de Allende con más de 200 habitaciones. Este hotel es un clásico no solo de la ciudad, sino de toda la región del Bajío. Desde que lo visité por primera vez hace 12 años, siempre me ha dejado buenas impresiones, y en esta ocasión no fue diferente. Las instalaciones han sido renovadas casi en su totalidad, lo que lo convierte en una excelente opción para hospedarse.
Características del Hotel Real de Minas
El hotel tiene una alberca climatizada, que fue sin duda la favorita de mi hija. Además, cuenta con un spa de reciente apertura y un estacionamiento amplio. Algo que me llamó la atención fue la implementación de medidas ecológicas, como el uso de paneles solares para calentar el agua de la alberca. Las habitaciones son cómodas y modernas, y ofrecen internet gratuito de alta velocidad.
Una de las novedades más interesantes es el área de lago artificial y un gran espacio verde para eventos sociales, lo que también hace de este hotel una excelente opción para celebraciones.
Comida en San Miguel de Allende
La gastronomía en San Miguel de Allende nunca decepciona. Cumpanio fue mi gran descubrimiento en este viaje, un lugar donde disfrutamos una cena deliciosa. También regresé a mis favoritos como El Petit Four, ubicado frente al Teatro Ángela Peralta, para saborear su exquisito café y una tarta. Y, por supuesto, no podíamos irnos sin probar la nieve tradicional que refresca en cualquier época del año.
Explorando el centro histórico de San Miguel de Allende
Aunque ya he visitado el centro histórico en varias ocasiones, nunca me canso de caminar por sus calles empedradas. En esta ocasión, aproveché para regresar a La Aurora, un centro de arte que siempre tiene algo interesante que ofrecer, aunque los precios no son los más accesibles. También visité Madre Tierra y La Victoriana, tiendas que siempre me dan un toque especial a cada visita. San Miguel tiene una mezcla de lo clásico y lo nuevo que lo hace único.
Además de recorrer sus bellas calles, una de las experiencias más tradicionales de San Miguel es el pozo histórico del hotel, donde se dice que Don Miguel Hidalgo acampó en 1810. Siempre es un buen momento para tomarse una foto frente a este punto icónico, que mantiene viva la historia de esta ciudad tan emblemática.
Después de un par de días en San Miguel, nos despedimos con la promesa de volver pronto. Lo más difícil fue sacar a mi hija de la alberca del hotel, donde pasó gran parte de su tiempo disfrutando. San Miguel de Allende siempre tiene ese encanto que nunca pasa de moda. Aunque ya lo hemos visitado muchas veces, siempre hay algo nuevo que descubrir y, sin duda, volveremos a disfrutar de sus maravillas.
