La construcción de la Torre Latinoamericana, ícono de la Ciudad de México, dio inicio en febrero de 1949. En ella se utilizó tecnología 100 % mexicana de gran originalidad, lo que le ha permitido resistir infinidad de movimientos telúricos. Hoy en día, su estructura sigue siendo un ejemplo para la edificación de rascacielos en zonas sísmicas.
Su cimentación especial de concreto permite que el edificio “flote” en el subsuelo, por lo que, ante un sismo, la torre se balancea sin comprometer su estructura. La torre se terminó de construir en 1956 y mide 138 metros de altura, más 44 metros de antena, alcanzando un total de 182 metros desde el nivel de la calle.
Museo en el piso 38
Todos estos datos los puedes conocer en el museo ubicado en el piso 38 de la Torre Latino. Ahí encontrarás una gran colección de fotografías de su construcción y detalles históricos que explican su relevancia arquitectónica y cultural en la Ciudad de México.
El mirador: una vista imperdible
En el piso 42 comienza el famoso mirador de la Torre Latinoamericana, desde donde podrás observar la Ciudad de México en todo su esplendor. Dos pisos están rodeados de cristales y el piso 44 es completamente al aire libre. Prepárate para sentir un pequeño “mareíto”, ya que el movimiento de la torre se percibe con claridad.
Una cafetería con potencial desperdiciado
Lo que me decepcionó bastante fue la cafetería del mirador: unas mesas mal puestas y un refrigerador con algunas bebidas, atendido por una chica con poca amabilidad. Es una pena, porque el lugar tiene muchísimo potencial para convertirse en un excelente espacio donde disfrutar un café con una vista espectacular.
Costo, horarios y un tip imperdible
La taquilla se encuentra en la planta baja. El precio del acceso al mirador es de $220 pesos por adulto y $170 pesos por niño. Te colocan un brazalete que te permite subir y bajar cuantas veces quieras durante el mismo día. El elevador es rapidísimo y en segundos te deja en el piso 38.
La Torre Latinoamericana está abierta los 365 días del año, aunque los días 24, 25 y 31 de diciembre, y el 1.º de enero, tiene un horario especial. El resto del año abre de 9:00 a 22:00 horas.
Tip: Sube poco antes del anochecer. Es el mejor momento porque puedes ver la ciudad con luz natural y quedarte hasta que se encienden las luces. El cambio de panorama es espectacular.
