Montreal: arte, moda y experiencias inolvidables

Montreal en Canadá
Montreal en invierno.

Montreal, en la provincia francófona de Quebec, combina lo mejor de Norteamérica con el encanto europeo. Una ciudad vibrante que conquista por su arte, moda, gastronomía y experiencias únicas como la pesca en hielo o la moda sustentable.

Una ciudad que vibra con arte y cultura

Montreal es vibrante, es una ciudad norteamericana con un toque europeo. Montreal se respira, se camina y se disfruta. Me atraen sus galerías, sus museos, pero sobre todo me hace sentir en un lugar de artistas, de arte y cultura. Es la segunda ciudad más poblada de Canadá y se encuentra en la provincia de Quebec, donde se habla francés.

Cómo llegar a Montreal

Mi llegada a Montreal fue por Air Canada con conexión en Toronto, pero es posible volar hasta allá de forma directa con Aeroméxico. El Aeropuerto Internacional Montréal–Pierre Elliott Trudeau queda a unos 30 minutos del centro de Montreal en auto, pero si te mueves en autobús, tal vez tardes un poco más. En este medio hay dos opciones: primero, al salir del aeropuerto, tomas el autobús 204 que te lleva a la estación Dorval y de ahí tomarás otro según el lugar a donde te dirijas. El costo es 3 dólares y el mismo boleto sirve para los dos autobuses. La segunda opción es ir en el autobús de la línea 747, que cuesta 9 dólares y tiene varias paradas en el centro de Montreal. O bien, puedes ir en tren rápido por unos 20 dólares el trayecto. En esta opción hay que tomar un shuttle gratuito al salir del aeropuerto para ir hasta la estación Dorval y de ahí sale el tren.

Seguridad y vida nocturna

En seguida, pude constatar que se trata de una ciudad adorable que invita a salir de noche, gracias a que es extremadamente segura. Hombres y mujeres, en grupos o en solitario, caminan por las noches sin prisa ni apuro. En particular, pude ver muchos jóvenes que van encantados de antro o de paseo de día y noche.

Harricana, Montreal, Canadá
Harricana en Montreal.

Moda, diseño y tiendas locales

El segundo día transcurrió con un entretenido tour por la ciudad a manera de introducción a su historia, y como parte de ello está la relevancia que Montreal tiene en la moda. Visité las boutiques de Harricana Mode y Charlotte Hosten, donde conocí sus historias que tendré que contarles a detalle más adelante, porque ambas son muy interesantes.

En este tema, Montreal es una delicia para los que gustan del shopping. Con sus más de 1200 tiendas a lo largo de los 15 kilómetros de la calle Sainte-Catherine, es simplemente el paraíso de los compradores.

Además, esta ciudad tiene más de 30 kilómetros de vías subterráneas que viven y juegan un papel importante en la cotidianeidad de Montreal. Ahí hay más de 1700 boutiques, unos 200 restaurantes, salas de cine y galerías de arte… que sin duda te encantará conocer.

Gastronomía para todos los gustos

Y si de la propuesta gastronómica hablamos, entonces podré mencionar que hay restaurantes de todo tipo de comida, además de los que son reconocidos por algo en especial, como Les 400 Coups, donde los postres son simplemente magníficos; además del restaurante del Museo Pointe-à-Callière, donde la vista y la comida son riquísimas.

Pescar en hielo: una experiencia única

¿Quieres hacer algo muy diferente? Pues lánzate a pescar en pleno invierno, con el río San Lorenzo congelado. Pêche Vieux-Montréal te invita a que pruebes tus habilidades y, con un poco de paciencia, quizá obtengas una buena pesca. Para esta actividad es necesario adquirir con anticipación una licencia que cuesta 15 dólares.

Historia viva en el viejo Montreal

Si lo que quieres es conocer los orígenes de Montreal y la región, bien vale la pena dedicar un buen tiempo a recorrer el Museo Pointe-à-Callière y después salir a caminar por el Vieux Montreal, visitar la iglesia de Notre-Dame, que es impresionante, comer la tradicional poutine o dejarse consentir en el Spa Bota Bota… o qué tal algo más de compras de ropa de diseñadores locales en el Mercado Bonsecours.


Charlotte Holsten, Moontreal, Canadá
Charlotte Holsten.

Harricana y Charlotte Hosten: creatividad hecha moda

La primera historia es la de Mariouche, la propietaria, fundadora y diseñadora de Harricana, que es impresionante. Logró, con una gran idea, hacer que la moda fuera sustentable, moderna y atractiva. ¿Qué hace? Recicla con gran destreza abrigos de pieles, vestidos de novia y diversas prendas de finas telas, logrando así nuevas piezas maravillosas.

Mariouche estudió la carrera de diseño de modas y, mientras se encontraba en Italia, para seguir sustentando sus estudios se le ocurrió reciclar un fino abrigo antiguo y ahí comenzó este proyecto que ahora es una gran empresa fabulosa y reconocida a nivel mundial. Basta con darse una pasada por su tienda para entender que ahí hay talento de sobra.

Abrigos, bolsas, gorros… crean infinidad de prendas completas o acabados para otros. Además, si alguien tiene un especial cariño por algún abrigo viejo y desea renovarlo, Harricana es el lugar ideal para esto también.

Otra historia encantadora es la de Charlotte Hosten, quien siendo abogada de profesión, decidió dejar su carrera y dedicarse a seguir su inspiración para crear joyería, bolsos y otras bellas piezas como tocados de novia y más.

En su tienda puedes apreciar la delicadeza con que cada pieza es creada. Con finas piedras, cintas y paciencia se obtiene como resultado lindas creaciones adorables. ¿Los precios? Nada elevados para lo bellos que son.


Dónde comer en Montreal
Restaurant l'Arrivage.

Delicias gastronómicas en Montreal

Para comenzar el día, ya les había contado lo singular que me pareció el desayuno continental en el Hotel Sofitel Montreal. Se trataba de un precioso y sencillo plato servido con gran gusto, compuesto por yogur, carnes frías, huevo duro, quesos y fruta fresca. Todo acompañado de una selección de panes salados y dulces, y un excelente café. Sin duda, una gran forma de iniciar la jornada en esta ciudad canadiense.

Pero cuando se trata del almuerzo, nada mejor que visitar un lugar que es buscado por locales y turistas por igual. Así fue como llegué hasta los famosos y muy vastos sándwiches de Schwartz's Deli, uno de los establecimientos más emblemáticos de Montreal. Me comentaron que, en ciertas temporadas, hay que esperar bastante para entrar, ya que la fila se extiende por toda la acera. Eso me deja claro que su buena fama está más que justificada.

El pan en sí no tiene mayor gracia, pero la carne... ¡ah, la carne! Es lo que hace toda la diferencia: ahumada con finas hierbas y una receta secreta, ha conquistado paladares de celebridades y turistas desde 1928. Sin duda, es uno de esos sitios que se vuelven visita obligada en Montreal para los amantes de la buena comida.

Alta cocina y postres inolvidables en Montreal

Dos de mis restaurantes favoritos en la ciudad fueron Les 400 Coups y el Restaurant L'Arrivage, ubicado dentro del Museo Pointe-à-Callière. Ambos destacan por ofrecer platillos elaborados con ingredientes locales, presentados de forma sencilla pero con gran elegancia. Ambos lograron conquistarme con su sabor y estética.

En Les 400 Coups, confieso que me limité a probar bocadillos de varios platos para poder guardar espacio para los postres, ya que me habían advertido sobre el talento del pastry chef Patrice Demers. Y como lo mío, lo mío, lo mío... son los postres, preferí reservar el apetito.

Probé el pescado en salsa de lima, la Mozzarella di Buffala y el Suprême de pintade rôti, todo exquisito. Pero los postres fueron una experiencia sublime: la Crème lime, deliciosa; el Pot-de-crème au chocolat, fabuloso; y el que me dejó sin palabras fue el Granité au litchi, una granita con yogur, chocolate blanco, campari y flores… ¡divino!

Almorzar con vista al río San Lorenzo

Por otro lado, el almuerzo en el Restaurant L'Arrivage también fue una experiencia para recordar. Ubicado en el interior del museo Pointe-à-Callière, este restaurante sorprende no solo por su menú, sino por las vistas que ofrece del río San Lorenzo y el ambiente cultural que lo rodea.

Ese día elegí un filete de salmón acompañado de mousse de queso, además de un plato vegetariano con pasta servido en una pequeña sartén y bañado en una deliciosa crema de champiñones. El postre fue una pequeña tarta con una salsa de fruta exótica que, sinceramente, no pude identificar ni traducir… pero que estuvo exquisita.

Poutine y maple: sabores emblemáticos de Quebec

Mi experiencia gastronómica en Montreal no estaría completa sin probar algunos de los productos más representativos de Quebec. Los artículos hechos a base de jarabe de maple —como dulces, galletas, miel y más— están por todos lados, y cada uno ofrece un sabor auténtico del norte.

Y, por supuesto, no podía irme sin probar la tradicional poutine, ese clásico quebequense de papas fritas cubiertas con queso en grano y salsa caliente. Rica, sí… pero too much para mí. No pude terminar ni la mitad del plato, aunque reconozco que es ideal para resistir el frío invernal.


Dónde comer en Montreal
Schwartz's