Qué hacer en La Crucecita, centro de Huatulco



Huatulco, Oaxaca, es un destino que lo tiene todo: playas, ecoturismo, cascadas, zona arqueológica y hasta una playa nudista. Pero uno de sus mayores encantos es La Crucecita, el pintoresco centro del pueblo, donde se combina la cultura, la gastronomía y la hospitalidad oaxaqueña. Si planeas visitar Huatulco, no puedes dejar de pasear por este rincón lleno de tradición.

Un paseo por el corazón de Huatulco: La Crucecita

Durante tu viaje a Huatulco, una tarde ideal es la que se pasa caminando por La Crucecita, la plaza principal del destino. Aquí no solo encontrarás las clásicas tiendas de souvenirs y artesanías oaxaqueñas, sino también un espacio perfecto para sentarse y disfrutar del ambiente relajado y auténtico de un pueblo costero.

Además, justo en esta plaza está el módulo de información turística, donde puedes contratar recorridos a playas, cascadas o tours de ecoturismo por la selva y montañas cercanas. Sin duda, es un excelente punto de partida para explorar los alrededores.

Restaurantes y cafés con sabor local

En los alrededores de La Crucecita hay una buena variedad de lugares para comer o tomar algo. Uno de los más recomendables es Terracota, ideal para disfrutar un buen café en un ambiente tranquilo. También destaca La Crema, famosa por sus pizzas al horno de piedra, una opción perfecta para cenar.

La iglesia y la Virgen más grande pintada en un techo

Uno de los puntos más interesantes del centro de Huatulco es la iglesia de La Crucecita, cuya patrona es la Virgen de Guadalupe. Lo que hace único a este templo es que en su techo está pintada la imagen más grande del mundo de la Virgen, obra del artista mexicano José del Signo. Sin duda, un lugar que debes visitar y fotografiar.

Sabores oaxaqueños en La Probadita

A pocas cuadras de la iglesia, sobre la calle Bugambilia, se encuentra La Probadita, un espacio imprescindible para quienes desean probar los sabores de Oaxaca. Aquí encontrarás una gran variedad de mezcales locales, además de productos típicos como chocolate artesanal, quesillo, mole, pan de yema, café y cremas de mezcal. También puedes adquirir artesanías para llevarte un recuerdo auténtico.

Después de caminar bajo el sol oaxaqueño, nada mejor que refrescarte con una bebida típica. En la esquina de Framboyán y Bugambilia, justo frente al parque, está La Zamora, un lugar famoso por sus aguas frescas de sabores naturales, perfectas para cerrar el paseo con broche de oro.

Visitar La Crucecita es más que una actividad turística: es una forma de vivir Huatulco desde su esencia. Con su mezcla de tradición, gastronomía y calidez local, este pequeño centro es una parada obligada para todo viajero.