El Monumento a la Revolución en la Ciudad de México es uno de los íconos más importantes de la historia de México. Originalmente concebido como un Palacio Legislativo por Porfirio Díaz para conmemorar el centenario de la Independencia, la Revolución Mexicana detuvo su construcción. Hoy en día, este monumento no solo es un símbolo de la lucha por la libertad, sino también un atractivo turístico con impresionantes vistas de la ciudad. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para visitarlo.
Historia del Monumento a la Revolución
El Monumento a la Revolución, inaugurado en 1938, comenzó como el ambicioso proyecto de Porfirio Díaz para conmemorar el centenario de la Independencia de México. El arquitecto francés Emile Bernard fue el encargado de su diseño, el cual originalmente iba a ser el nuevo Palacio Legislativo. Sin embargo, la Revolución Mexicana interrumpió la construcción, dejando solo la base del monumento que hoy conocemos.
Visita al Monumento a la Revolución
Un monumento renovado
En 2011, el Monumento a la Revolución fue reinaugurado con una fachada renovada, un elevador que permite subir hasta los 65 metros de altura, y modernas fuentes en su explanada que ofrecen un espectáculo visual cada hora. La entrada al elevador cuesta 40 pesos por adulto, y el horario de apertura es desde las 10 de la mañana hasta las 9 pm.
Fuentes y espectáculos
Las fuentes en la explanada del Monumento ofrecen un espectáculo de chorros de agua que se sincronizan con la música, creando un ambiente agradable para los visitantes. Este espectáculo dura 20 minutos cada hora, por lo que te recomendamos llegar justo a la hora para disfrutarlo al máximo.
Consejos para visitar el Monumento
Subida al monumento
La subida al Monumento es rápida y bastante interesante, pero ten en cuenta que el personal en el lugar carece de conocimiento sobre la historia y detalles del monumento. Además, no se ofrecen facilidades para adultos mayores o personas con discapacidades, lo que podría ser un inconveniente para algunos visitantes.
Recomendación
A pesar de estos inconvenientes, definitivamente te recomiendo visitar el Monumento a la Revolución si estás en CDMX. La vista desde lo alto es impresionante y el lugar está bien cuidado, lo que lo convierte en un destino turístico de gran valor histórico y cultural.