anillo

Pareciera que eso de entregar el anillo de compromiso es una práctica en desuso, pero muchos me han preguntado sobre lugares originales para esto y es por ello que me puse a investigar un poco al respecto y les tengo aquí algunas propuestas.

Entrega de anillo durante el viaje


Uno de los sitios elegidos por muchos para casarse, celebrar aniversarios y comprometerse es la Riviera Maya, en donde puedes hacer la petición de matrimonio al atardecer en la bahía de Cancún en un hermoso paseo por catamarán privado, y el servicio incluye bebidas, canapés y decoración abordo; otra opción es una cena romántica en algún restaurante sobre la laguna; pero la más original sin dudas es la que se puede hacer con nado con delfines ¿qué tal?

Te imaginas una embarcación privada en un paseo para dos que incluye vino y quesos, una maravillosa decoración y alguna que otra sorpresa. En este servicio van con el capitán, un marinero y un mesero, todos elegantes por supuesto. Si lo prefieres, este viaje se puede hacer al momento de la puesta de sol sobre la laguna Nichupte y te pueden llevar hasta la embarcación una cena romántica. ¿Cuánto cuesta? 350 dólares sin incluir la cena. 

¿Qué tal entregar el anillo al final de la cena? Literalmente, de postre! Y esto es posible en el Hotel Boutique Gran Casa Sayula, donde el chef coloca con todo cuidado y como parte del postre, el anillo de compromiso. Practicamente, todo el personal del hotel se convierte en el cómplice perfecto para hacer de este momento algo innolvidable.

Ahora, imagínate que invitas a tu pareja a una cena en la ciudad de Guanajuato, romántica por excelencia. Llegan hasta una típica bocamina, donde ya los espera la mesa bellamente decorada, música, velas, una deliciosa cena y luego una sorpresa que no te quiero contar, pero que seguro le encantará a tu novia. ¡¡Esa sí que es forma original de entregar un anillo!! 

Tu novia es atrevida y le encanta la aventura, pues invítala a realizar un viaje en globo aerostático y allá en las alturas, entrega el anillo de compromiso. Seguro que jamás se lo podría haber imaginado.