Santuario de la mariposa monarca en Michoacán

Descubre cómo visitar el Santuario de la Mariposa Monarca en Michoacán y vive una experiencia inolvidable entre millones de mariposas.


Cada fin de año, millones de mariposas monarca llegan a los bosques de Michoacán tras una increíble migración desde Canadá. Visitar el santuario de la mariposa monarca en Angangueo es una experiencia única de ecoturismo que permite conectar con la naturaleza, aprender sobre conservación y admirar un fenómeno natural asombroso. Aquí te cuento cómo fue mi visita y por qué deberías vivirla al menos una vez en la vida.

A dónde llega la mariposa monarca

Cada fin de año es tiempo de que la mariposa monarca llegue a México. Es el momento perfecto para recordar mi visita a su santuario en Michoacán.

Para comenzar, les contaré que fue una escapada de fin de semana. Nos dirigimos desde el viernes por la tarde hacia Angangueo, Michoacán, un pueblo muy pequeño donde nos hospedamos en el Albergue Don Bruno.

Una mañana entre neblina y naturaleza

Al día siguiente por la mañana, desayunamos en el restaurante del hotel —bastante sabroso, por cierto— mientras disfrutábamos de la vista del lugar: entre neblina y verde vegetación.

Luego nos dirigimos a la entrada del Santuario de la Mariposa Monarca, donde el cobro es muy accesible. Te asignan un guía, nativo del lugar, que te acompaña en todo el recorrido y proporciona información valiosa.

Recomendaciones para preservar el santuario

El guía también da las recomendaciones necesarias para preservar el hábitat de las mariposas:

No tocarlas
No gritar
No tirar basura
Respetar las áreas delimitadas

Es fundamental recalcar que no se deben tocar las alas de las mariposas, especialmente a los niños. La grasa de los dedos puede dañarlas gravemente e incluso causarles la muerte.

Si deseas una foto con mariposas posadas sobre ti, basta con quedarte quieto en un punto donde haya muchas: si tienes suerte, se acercarán solas.

Una experiencia mágica en la cima del bosque

El paseo es magnífico, aunque algo cansado. Pero llegar a la cumbre y ser testigo del vuelo de millones de mariposas a tu alrededor es indescriptible. Los niños se maravillan y los adultos recobramos la capacidad de asombro: no cabe duda de que la naturaleza es sabia.

Servicios, recomendaciones y conciencia ecológica

Después del recorrido, puedes entrar a un salón donde constantemente se transmite un video informativo. También hay sanitarios, una tienda y venta de artesanías locales.

Te recomiendo dejar una buena propina al guía, ya que es gente que vive del turismo responsable y cuida con esmero el santuario. Sobre todo, haz tu visita con responsabilidad: infórmate y educa a tus hijos sobre lo que no se debe hacer por el bien de las mariposas.