Mesón Sacristía: hotel boutique con encanto en Puebla

Hotel boutique en Puebla
Hotel Boutique Mesón Sacristía.

Mesón Sacristía es uno de esos hoteles boutique en Puebla que enamoran. Pasé una noche maravillosa entre hospitalidad, excelente comida y una decoración encantadora. Este hotel, miembro de Hoteles Boutique de México, se encuentra en una casona del siglo XIX con una ubicación privilegiada en el Centro Histórico. Ideal para quien busca descanso y estilo en una sola experiencia.

Hotel boutique en Puebla con alma y tradición

Qué gusto regresar a un hotel tan agradable como Mesón Sacristía. Ahora pasé tan sólo una noche ahí y confieso que me quedé con ganas de más… más de su cocina, de su hospitalidad, de sus espacios y de la ciudad de Puebla.

Puebla sigue preciosa, tal y como la recuerdo de hace un par de años que estuve ahí. ¿Y sobre mi hospedaje? Tuve la gran satisfacción de conocer otra de las fantásticas habitaciones de Mesón Sacristía, miembro de Hoteles Boutique de México.

Estilo, confort y arte en cada rincón

Esta casona que data del siglo XIX abre sus puertas para apapachar a sus huéspedes con un adorable hotel boutique, con espacios deliciosamente decorados, rica comida y detalles encantadores.

Mi habitación era amplia y tranquila; el mejor aire acondicionado que he visto en un hotel, porque es totalmente silencioso. Cómoda cama y almohadas, kit de amenidades, wifi gratuito y atención personalizada.

Galería viviente de antigüedades

Mesón Sacristía además es una enorme galería de antigüedades, pues absolutamente todos los objetos decorativos y muebles están a la venta. Así que pon atención, elige y no te quedes con las ganas, porque cualquier cosa te la puedes llevar a casa.

Degustación de vino mexicano en Puebla

Mi estadía se vio enriquecida con una #tardedevinomexicano, sugerida por mí y perfectamente organizada por Mesón Sacristía. Un par de invitadas, elegidas a través de una sencilla dinámica en Twitter, nos hicieron compañía.

La mesa destinada para la degustación estaba preciosa en el restaurante del hotel, que está abierto desde el desayuno hasta casi la medianoche, y no sólo para los huéspedes.

El sommelier Aldo Guerra nos fue guiando por el camino del vino mexicano. Probamos un tinto de Pionero, un blanco de Cavas Valmar, y un Cabernet Sauvignon y Chenin Colombard de Monte Xanic.

Gastronomía poblana que enamora

Yo feliz, porque en la mesa me reencontré con mi preferido: el perejil frito. También había camarones, quesos, carnes frías y, por supuesto, cocina poblana: guajolotas, cemitas y mole.

La atención en este lugar es siempre impecable, lo que sin duda lo convierte en uno de los mejores lugares para hospedarse en Puebla.