Basílica de Notre-Dame en Montreal: arte y espiritualidad

Basílica de Notre-Dame en Montreal, un tesoro gótico con interiores sorprendentes y un órgano con más de 9 mil tubos.

Basílica de Notre-Dame en Montreal
Basílica de Notre-Dame en Montreal.


La Basílica de Notre-Dame en Montreal es uno de los templos más impresionantes de Canadá. Aunque su fachada puede parecer sencilla, su interior deslumbra con una mezcla de arquitectura neogótica, detalles en madera tallada, vitrales únicos y un órgano majestuoso con más de 9 mil tubos. Ubicada frente a la Place d’Armes, esta joya del arte sacro es una visita imperdible en la ciudad.

Una fachada discreta, un interior espectacular

Cuando llegas hasta la fachada de la Basílica de Notre-Dame en Montreal, la verdad es que no te quedas muy sorprendido, pues es bonita, pero no espectacular. Créanme, no tiene nada que ver con el interior, donde sí te deja con la boca abierta.

Justo frente a la Place d’Armes, en la provincia de Quebec, Canadá, se encuentra una de las iglesias más bonitas que he visto en mi vida. Su interior deslumbra con tonos de azul, luz de velas, fantásticas tallas de madera en muros, bancas y por doquier. Los vitrales y un órgano espectacular con más de 9 mil tubos completan la escena.

Historia y estilo arquitectónico

La Basílica de Notre-Dame data de finales del siglo XVIII y presenta una fusión de estilos neoclásico y neogótico. Su interior es una verdadera fiesta de detalles. Entre lo más destacado están las piezas de madera talladas por el artesano canadiense Victor Bourgeau. El púlpito, en cambio, fue esculpido por el artista Philippe Hébert.

Vitrales únicos y detalles poco comunes

Los vitrales son de una gran belleza, aunque no tan antiguos, pues datan de 1930. Curiosamente, no representan escenas religiosas, sino episodios del pasado de Montreal, lo cual los hace únicos entre los vitrales de templos cristianos.

¿Vale la pena pagar la entrada?

La entrada a la Basílica cuesta 5 dólares. Puede parecer algo caro, ya que la visita se hace en poco tiempo, pero créanme que la belleza del interior no tiene comparación. Es una experiencia que vale cada centavo.

Tips para tu visita

No olvides mirar hacia lo alto al entrar: ahí está el órgano, construido por el famoso organista Casavant. También vale la pena observar la altura de las torres desde el exterior.