Egipto

Inolvidable sensación vivimos al estar frente a la entrada de la Tumba de Tutankamon, la que imaginaba mucho más ostentosa: la puerta no es nada vistosa y está bajo tierra. Por supuesto que no se permite tomar fotos en el interior, al igual que en las demás tumbas y pirámides.


Cómo es la entrada a la Tumba de Tutankamon


Antes de entrar, un croquis de la tumba y su explicación, luego una escalera de madera (más bien una tabla con palitos clavados), se bajan unos 5 metros y se llega a la calurosa antesala de la tumba. Ahí, presente el pequeño cuerpo de Tutankamon colocado en una vitrina con una leve luz azulosa y cubierto con una sábana blanca; solo se puede ver su cabeza y pies. Hay que resaltar que sus vendajes fueron retirados por la gran cantidad de joyas que contenían, y que es la única tumba en el Valle de los Reyes, donde hay una momia, pues todas las demás ya han sido retiradas.

Egipto
El lugar es chico comparado con las otras tumbas, el guía nos explico que eso se debe que tuvo un corto reinado.

Los muros de la antesala cuentan con una sencilla decoración, y un barandal sirve de separación entre esta área y la tumba en sí, la qué sí cuenta con algunas pinturas grandes y jeroglíficos en las paredes, ahí está aún el sarcófago de piedra, abierto y cubierto con un cristal que permite ver el sarcófago exterior de la momia, por supuesto que no te puedes acercar.

Las joyas, máscara y sarcófago de oro que le fueron retiradas a Tutankamon se encuentran en el Museo del Cairo, de lo que les contaré en otra ocasión.


Recuerdo que era el 4 de noviembre de 2007, y como muchas mañanas de nuestra estancia en Egipto, acudí a consultar El Universal, para estar al tanto del diario acontecer en mi país. En primera plana y en la parte baja, una noticia llamó mi atención: “Se abren al público tumba de Tutankamon”.

Coincidentemente ese día llegamos a Luxor, así que pedimos al guía que nos llevara a conocer dicha tumba, él no estaba enterado que ese día sería finalmente abierta al público. Llegamos hasta el Valle de los Reyes, un moderno lugar que contrasta con la austeridad de muchos otros sitios, y con atención escuchamos la reseña de la ubicación de las diversas tumbas, luego nos llevaron en un vehículo hasta el sitio donde están las tumbas. Llamó mi atención lo fuertemente armados que están los elementos de seguridad. Según dijo el guía, son de poca tolerancia y ante cualquier acto que consideren inapropiado actúan con fuerza.

El tour ya incluye la visita a varias tumbas, pero como nosotros agregamos la de Tutankamon, pues ese boleto debimos pagarlo, pero es el guía quien se encarga de comprarlo.

Cuando llegamos hasta la entrada de la tumba de Tutankamon, se retiraba una buena cantidad de medios de comunicación internacionales, quienes ya recogían sus cámaras y equipos; enseguida se dio paso al público en general, y por supuesto que no podía faltar la representación mexicana en tan importante día, o sea, nosotros.

Antes de esa fecha, sólo algunos pocos investigadores y funcionarios habían tenido la oportunidad de ver la momia y pasar a la tumba.