zacatecas

Buena es la oferta de restaurantes que ofrece la ciudad de Zacatecas, y en unos días que pasé ahí tuve la oportunidad de desayunar, comer y cenar en diferentes establecimientos de los que ahora les voy a comentar. Comenzaré con los que más me gustaron, hasta platicarles al último una de las peores experiencias que he tenido en mi vida en un restaurante.


Restaurantes en Zacatecas


Desayunar en el restaurante del Hotel Quinta Real es una delicia, el lugar es hermoso. El domingo hay bufete así que, si no te hospedas ahí, es un buen pretexto para visitarlo ya que es un atractivo más de la ciudad. Tienen unos panecitos rellenos de ate y queso crema… para chuparse los dedos!!

Ya sea para desayunar o tomar un café en la tarde, el Café Acrópolis con su vista hacia la catedral. Servicio muy “seco” (poco amable), pero bueno y la comida está bien. Además que es toda una tradición ir ahí, hasta varios famosos lo han visitado. Es cómo un viaje al pasado.

Luego, puedo sugerir el servicio, precio y cocina del Restaurante La Cantera Musical (Calle Tacuba 2). Un lugar sencillo pero que cumple. El Asado de Boda sería mi recomendación para comer ahí. Si deseas comida italiana, entonces te sugiero La Toscana (Plaza Galerías). La Leyenda (Matamoros 21) también es un buen sitio si buscas cocina mexicana.

Ahora sí paso a la más grande decepción en mi visita a Zacatecas y una de las peores experiencias en mi vida: Los Dorados de Villa. Tanto me habían hablado de este lugar que realmente esperaba algo más que excelente y fue de lo peor.

Para comenzar, sólo atienden por reservación, lo que me pareció muy bien dada su fama, siempre y cuando la respetaran. Yo pedí la mía las 3 pm y llegamos unos 15 minutos antes, y cuál fue mi sorpresa al ver que esa es la hora en que abren (tarde para mi punto de vista). Pero dieron las 3 pm y nada, fueron abriendo las puertas a las 3:20 y ya mucha gente estaba molesta.

Para no hacerles el cuento largo, lo resumo rapidito por tiempo: 3:20, entramos al restaurante; 3:50, nos dan la carta; 4:15, nos toman la orden; 4:40, llevan el pozole de mi hija y la sopa de mi madre (que estaba salada y la regresé, ya no quisimos sopa); 4:55, llevan mis enchiladas y las de mi mamá; 5:40, pido la cuenta; 5:55 me llevan la cuenta. No reciben tarjeta, pregunto al mesero ¿y si no traigo efectivo, y contesta burlón: - Va a un cajero y aquí la espero a que venga a pagar. Hice el último coraje en el lugar, pagué en efectivo y salí jurando que no vuelvo.

Los Dorados de Villa es un lugar bonito y muy atractivo, pero el servicio es pésimo y la comida no es nada espectacular.